
Una de mis aficiones es invertir en literatura y cine del género negro, pero confieso que este libro ha sobrepasado todas las espectativas que puse cuando comencé su lectura, pudiendo haber sido todo un best seller del género, ya que la praxis de este cuadro del PP, que dió el salto a Madrid en la ultima legislatura de Aznar, que es en la actualidad portavoz del principal partido de la oposición en España y número cuatro en las listas de su partido para las elecciones generales del domingo 9 de marzo, podría ser, sin ningún género de duda, envidiado y ansiado por el mismísimo Corleone… con la diferencia, sustancial, de que en este caso se trata de un ensayo, que lo que nos cuenta no tiene nada de ficción y que tristemente pertenece a la cruda realidad. Su lectura va poniendo los pelos de punta al menos sensible, con una trama absolutamente rocambolesca, y deja patente que, a veces, la realidad supera en mucho a la imaginación. Esta es una transcripción de la contraportada del libro, que permite hacerse una idea de con qué elementos cuenta ese partido para dirigir este país:
«La obsesión por el poder político y la búsqueda del enriquecimiento económico personal han sido las dos constantes en la carrera de Eduardo Zaplana. Su participación en las escandalosas cintas del caso Naseiro no impidió que llegara a la alcaldía de Benidorm, con el imprescindible voto de una concejala tránsfuga y, posteriormente, a la presidencia de la Generalitat valenciana y al Gobierno de Aznar. Las elecciones del 14 de marzo de 2004 cortaron su imparable ascenso y le convirtieron en uno de los principales valedores de la «teoría de la conspiración». Ahora, se enfrenta a un futuro incierto. En este libro se desentrañan las turbias tramas de servidumbre e intercambio de favores con dinero público que ha ido tejiendo para alcanzar sus objetivos. Varios de sus más estrechos colaboradores están imputados en diversos procedimientos judiciales. Julio Iglesias, el «Pocero» y otros grandes promotores inmobiliarios son algunos de los amigos de Zaplana directamente beneficiados por su gestión al frente de las instituciones públicas».

Se detallan también, entre otras andanzas caciquiles de este personaje, sus juergas con la Peña Picarol, entramado que le catapultó a la Generalitat, el «Pacto del Pollo» con Lizondo, la colocación una a una de amigos y familiares en la esfera pública, su obsesión por controlar la prensa, sus aventuras en París a cuenta del grupo Bouygues, las amistades peligrosas con Florentino Pérez o Fernández-Tapias, y un genial capítulo titulado «Terra mítica, la cueva de Alí Babá» u otro, al que llama «El Molt Honorable y los cuarenta facturadores». Así cada una de las 288 páginas del libro; la expresión se te va quedando de entreabierta al principio de la lectura a mandíbula encajada por el exceso de tiempo postural, porque todavía a día de hoy no ha caido en mis manos relato de personaje ficticio alguno que transmita semejante desverguenza, hipocresía y cinismo. Personaje que, además, me causa auténtica verguenza ajena porque vivo en la Comunidad Valenciana y la presidencia del Gobierno Autónomo sí la obtuvo, y por mayoría absoluta, amén que personalmente me resulta un tipo ofensivo en lo que se refiere a su tono impertinente, estilo prepotente y macarrónico registro lingüístico.
Decir, por otro lado, que los que esteis interesados en su lectura no os demoréis demasiado en haceros con un ejemplar. Desconozco si Zaplana ha iniciado o no acciones judiciales, aunque despúes de leerlo no me extrañaría; lo que es seguro es que El Corte Inglés, a saber, lo ha retirado de la venta, y en el lugar que estaba expuesto figuran ahora sendos ejemplares de Jiménez Losantos y Jose María Aznar.. Será que prefieren continuar siendo «apolíticos», al menos mientras la sociedad española duerme, o eso creen…
Yo creo que España tiene unos políticos que estàn a la altura de la gente que la habita.
No estoy de acuerdo con eso de echar la culpa de todo a los políticos, pues los ciudadanos tenemos mucha responsabilidad por hacer dejación de funciones.(la gente no se informa antes de opinar, y la prensa y radio da màs opinión que información, etc etc).
Zaplana, gran ejemplo de político íntegro. Igualito que el pobre al que le han pegado un tiro hoy, que por lo que se ve era un currante.
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Es verdad que todos los políticos no son iguales, yo tampoco comparto eso de política igual a corrupción. Es más, creo que personajes como Roldán, Mario Conde, Vera o este que tratamos se dan esporádicamente; vamos, que dentro del PP habrá de todo, y también dentro del PSOE o de otros, pero Zaplana aún «anda dando guerra» y eso. Este post no pretende ser un manifiesto electoralista, aunque este señor se presente a las elecciones de pasado mañana.. es una opinión sobre UN político, fruto de la lectura del libro, en parte.
Los ciudadanos son fácilmente manipulables, está demostrado el gran peso de los medios de comunicación en sus opiniones, y los medios de comunicación no están al margen de la política, y las elecciones no las gana «el mejor», sino que es la apuesta de las clases dirigentes de un país, utilizando los poderes no sólo económicos, sino fácticos, y en eso están los medios de comunicación de masas. Pocos son los periodistas imparciales, y tienen poco futuro en política, quizá por ello haya tanta prensa del corazon, digo yo..
Evidentemente, yo tampoco soy imparcial, y seguramente me sumaré a la abstención el domingo, postura más que política, por supuesto..
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No he querido decir que todos los políticos sean iguales. De hecho creo que hay políticos que merecen la pena. Igual que hay ciudadanos que merecen la pena.
Por eso he expresado arriba que los políticos representan màs o menos a los ciudadanos que les votan. La proporción de políticos corruptos debe andar por la misma que de ciudadanos (profesores, albañiles, empresarios,…) corruptos.
Mi opinión sobre Zaplana es como la tuya. No lo puedo ni ver 🙂
Un saludo
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Leí en la prensa la aparición de ese libro, que despertó mi morbosidad de inmediato. Sin embargo, es superior el aburrimiento que me produce tan patética figura: me creería cualquier andanza de esta persona. Así que con tus avances me basta y me ahorro el dinero para invertirlo, por ejemplo, en el último de Ian McEwan.
Saludos
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Verlo así, escrito y todo de una vez, legitima todo mi odio a este tipejo. Qué lástima que esto ne me deje de piedra, porque ya lo sabía, pero es alucinante.
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A partir de hoy este ya no tiiene chofer uniformao ni visa porque se lo han fulminao de portavoz. Se ve que se lo querian quitar de encima hace tiempo en el pp. Se va a un despachito de doce metros cuadrados como todo hijo de vecino que sea diputado. es para flipar y vomitar
Besazo. Carles.
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