La Antena (Esteban Sapir, 2007)

«Había una vez una ciudad sin voz. Alguien se había llevado las voces de todos sus habitantes. Pasaron muchísimos años y a nadie parecía preocuparle el Silencio«

Con estas palabras comienza la nueva propuesta del director argentino Esteban Sapir, un arriesgado film diferente a las producciones mayoritarias, minucioso, experimental, cargado de crítica social y al que hay que reconocerle, además, el esforzado ejercicio cinéfilo de recuperación (en algunos momentos hasta el plagio) del cine expresionista de los primeros veinte años del pasado siglo.

Narrada a modo de cuento, sin apenas diálogos y filmada en riguroso blanco y negro, la película es una crítica a la excesiva influencia de los medios de comunicación, en especial la televisión, y al consumismo desaforado fruto de la propaganda mediática. El film nos transporta a una ciudad ficticia en la que siempre nieva, porque vive sumida bajo un crudo y permanente invierno. El cruel y perverso señor TV, dueño absoluto de todos los productos que se consumen y monopolizador de cada una de las imágenes que adornan esta ciudad, maquina un malvado plan para someter eternamente todas las almas que habitan el lugar y así preservar su poder: construir una peligrosa máquina que transmite hipnóticas imágenes a través de la pantalla del televisor para inducir al consumo compulsivo de productos de su sello. Pero la máquina funciona con la voz, y sólo queda una mujer que misteriosamente ha conservado el don del habla, a la que pretende someter chantajeándola con el secuestro de su hijo ciego, del que sospecha ha heredado el don de su madre.

Esmerada puesta en escena, impresionante ejercicio fotográfico, y pequeñas historias relatadas en torno al guión principal son quizá lo mejor de este intrépido film, en el que espectáculo visual, música y argumento se hallan perfectamente armonizados y, como si de una coreografía se tratase, ningún elemento destaca sobre otro pero a la vez cada uno de ellos es imprescindible para completar el conjunto. Por otra parte, en el lado negativo, tal vez su duración resulte algo dilatada, y las fuentes de las que se alimeta sean excesivamente explícitas: la alineación de los personajes, el simbolismo, el control ejercido por la máquina que todo lo domina, recuerdan demasiado «Metrópolis» de Fritz Lang. Las cápsulas en las que viajan los habitantes de la ciudad, la estética con la que acentúa la perversidad de los «malos», los decorados, los encuadres y hasta las citas evocan sin descanso a Méliès en su legendario «Viaje a la Luna». Una variada y eficaz partitura musical acompaña a los actores en las distintas situaciones y los diálogos están sustituidos por rótulos que narran la acción dentro de los encuadres; evocador diseño de la escuela de Einsestein, con la variación de que Sapir construye con estos carteles originales composiciones, bien dotándolos de movimiento en algunas escenas, bien integrándolos en la acción de los personajes. Incluso, algunos elementos estéticos (la cicatriz que muestran en la mano tanto el padre como la niña) son un claro guiño a «El perro andaluz» de Buñuel. Y el retrato del niño ciego (sin ojos), así como la estética de cómic oscuro utilizada para dibujar algunos personajes, la iluminación y la paciente manipulación de determinadas escenas, traen a la memoria la técnica de los hermanos Quay en sus impactantes cortometrajes.

Con todo, el trabajo resulta digno de elogio, no ya sólo por su cuidada producción y montaje que me parecen evidentes, sino porque Sapir ha sabido encontrar el modo de acercar el cine experimental al público, elaborando un conjunto artístico integrado en una historia con sentido, desde el principio hasta el final del film. El mecanismo surrealista utilizado no es vano o caprichoso del director, sino que juega su papel en el contexto del guión y aporta belleza a la vez que comprensión al espectador; y las licencias artísticas siempre suman elementos al mensaje que se pretende y no constituyen un recreo en sí mismas. En definitiva: es una obra de arte poética y coreográfica en la que prima el lenguaje audiovisual transformado en película, y no una película que sirve de excusa para exponer una obra que, por artística que se pretenda, carezca de coherencia y argumentación. Por este camino, quizá el cine experimental pueda llegar algún día a calar en el gran público; por el otro, necesaria y tristemente, continuará vagando por el oscuro mundo del elitismo cinematográfico. Bravo, pues, por Esteban Sapir.

16 comentarios en “La Antena (Esteban Sapir, 2007)

  1. Hace tiempo le seguí la pista a esta peli, pero ya me había olvidado completamente de ella… Gracias por recordármela.. Tengo ganas de ver qué ha salido de este brain storm cinéfilo.

    Buen artículo, siempre me han gustado las referencias, y has puesto unas cuantas.

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  2. hola. como siempre en sintonía! ayer mismo la vi y hoy me encuentro tu comentario, me gustó mucho. Me parece una joya, no sé bien cómo enfocar la reflexión pero desde luego la mezcla entre el universo que recrear y nuevos elementos que los incorpora me parece hábil y sutil. Es estupendo que haya cine así que, más que experimental, lo veo completamente cinematográficoy cinéfilo, besos

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  3. Me fiaré de ti y ire a verla. He leido otras buenas críticas de esta peli tambien, a ver que han hecho desde Argentina con mi Frit Lang. Miedo me da.
    ¡Besos!

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  4. Pues a mi el reportaje sobre la película me tiró bastante hacia a tras…. Igual estoy equivocado pero la metáfora que propone la película no es excesiva?

    Dudo de ir a verla…

    Nos leemos!!!!!

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  5. Solitario y Psicodelia, es que la película está cargada de tantas referencias que es casi imposible comentarla sin citarlas. Tambien es novedosa respecto al cine argentino que se ha hecho hasta ahora. La pelicula es de 2007, aunque creo que llevan algunos años trabajando en su producción. Pero no había oído yo hablar de ella hasta hace poco, cuando comenzó a presentarse en festivales.

    Lapor, a mí también me gustó mucho, sobre todo lo que apuntas: su lenguaje visual, mezcla de distintos elementos muy bien armonizados. Pues sí, otra vez coincidimos! Besos.

    Carles, veo que me la juego jeje.. ya me dirás que te ha parecido 😉

    Sesión-discontínua; como yo lo veo, estaría englobada en el género de ciencia-ficción, donde todo es irreal e imaginario. Puede que tengas razón en lo que dices del mensaje exagerado, no en lo que respecta a los medios (y en particular la TV), sino sobre las supuestas consecuencias de su mal uso.. También utiliza algo de crítica política (símbólica); en ese sentido es posible que el guión peque en parte de manipulador.. Pero sólo por el disfrute de su composición creo que merece la pena verla: una obra de arte que, además, no aburre.. aunque se pueda discrepar de su significado.
    Saludos!

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  6. En el cine argentino podemos encontrar pequeñas joyitas que apenas pasan con pena por las salas de cine (al menos en España) y muchas de éstas han sido novedosas en su momento según las circunstancias.. Tal es el caso de Moebius, El lado oscuro del corazón, Sol de otoño, 76 89 03, 9 reinas (con su remake yankee), La ciénaga, las producciones argentino-españolas de Aristarain… En fin… Argentina tiene un rincón cinéfilo mucho más que curioso….

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  8. Me gustó mucho la película, que pude ver el año pasado a pocos días de su estreno, aquí en Buenos Aires. Recuerdo que me sorprendieron muchas de las hazañas visuales que tiene, aunque, debo decir también, la historia intentara ser contundente con una metáfora social sostenida por mensajes e ideas algo redundantes y digeridos (o pre-digeridos, más bien).
    Algo que me atrajo mucho de la película, recuerdo, fue la incorporación que hace Sapir de los subtítulos a la puesta en escena, haciendo que se involucren temática y estéticamente con las imágenes, la trama y los personajes. Muy bueno.
    Saludos y hasta pronto!
    Hernán.

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  9. Solitario, tomo nota de tus recomendaciones. Reconozco que, en lo que a cine argentino respecta, aún estoy por educar.

    Hernan, en España se ha estrenado este mes, y sólo en alguna sala de esas que suele incluir cine de autor o poco comercial. Este uso de los subtítulos integrados en la imagen a la que te refieres la hace realmente atractiva. El resultado es algo parecido a cuando lees un cómic pero visto en la pantalla y dotado de movimiento.

    Fantomas, pues a ver si te gusta.. yo creo que sí. Un saludo!

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  10. acabo de ver la peli y me gusto muuhco en especial la parte visual es mjuy wena pero hay detalles qe no se entienden la esvastica donde esta la voz y la estrella de david donde esta tomas ,el hijo de la voz, estos detalles y algunos mas me parecen colgados y qe no se entienden
    no se su opinion o qe entendieron de esto

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  11. Si pues muy buena la propuesta de Esteban sapir, y si deacuerdo al ver el funcionamiento de la máquina de una me remite a Metropolis, de Fritz lang…Y lo de el perro Andaluz, en todo caso buena reflexión acerca de esta pelicula que hace poco pude ver. Saludos

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  12. Que tal, si pues muy buena la propuesta de Esteban sapir, y si deacuerdo al ver el funcionamiento de la máquina de una me remite a Metropolis, de Fritz lang…Y lo de el perro Andaluz, en todo caso buena reflexión acerca de esta pelicula que hace poco pude ver. Saludos

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