Cravan vs. Cravan (Isaki Lacuesta, 2002)

Poeta, boxeador y algunas profesiones más, Arthur Cravan (seudónimo de Fabien Avenarius Lloyd) desaparece en 1918 en el golfo de México, sin dejar rastro. Cravan es un nombre crucial en el movimiento dadaísta predecesor de la I Guerra Mundial. Llevando a la práctica la máxima del dadaísmo «convertir la vida en arte», viajó por diversos lugares de Europa y América experimentando con diversos oficios. Sobrino de Oscar Wilde, desertor de la Gran Guerra, poeta, rata de hotel, encantador de serpientes, ladrón y ex campeón francés de boxeo, tras jugarse su fortuna en 1916 en un combate en la Plaza de Toros de Barcelona, embarca hacia Buenos Aires a buscar nuevas experiencias. El rastro del barco se pierde a punto de hacer escala en México. Isaki Lacuesta elabora este documental siguiéndole la pista e investigando en el personaje: imágenes, recortes de prensa, testimonios directos y un montaje sobresaliente conforman este fantástico trabajo, a caballo entre el documental y el cine de autor, que nos desvela uno de los iconos culturales de principios del siglo XX.

Pero esta vez no hablaré yo sobre la película; he encontrado este texto del propio Isaki Lacuesta comentando su film en 2002 unos días antes del estreno en el Festival de Sitges, y nadie mejor que el autor para reseñar su propio trabajo, premio del público a la mejor película y premio al mejor director revelación:

«Decía Tristan Tzara que todo era dadá y nada era dadá. Ésta no es una película dadá. Ésta es la historia de gentes que quieren ser otras gentes y que en efecto consiguen ser otros, aunque nunca los mismos que habían pretendido ser. Ésta es una película de ecos. La primera evidencia con la que topé al comenzar este proyecto era la rotunda, irreversible imposibilidad de filmar a Cravan. Pero la testarudez humana no tiene límites. En el mismo instante en que Cravan desapareció, nacía el fantasma que le iba a sobrevivir y transportar hasta nuestros días.

Si tiene que ser algo, cosa que dudo, «Cravan vs Cravan» es una película sobre la construcción de un mito. Imitando a su tío Oscar Wilde, Cravan creía que la vida debía parecerse al arte y no al revés, y logró que su estampa fuera tan múltiple que hoy resulta imposible saber donde acaba la realidad y donde empieza la leyenda. Por eso creí que el mejor enfoque posible pasaba por situar el film en esa frontera ambigua y degenerada, entre el documental y la ficción, que a mi entender es uno de los terrenos de exploración más interesantes del cine actual. Una película que rescate la memoria de aquellos sucesos que ocurrieron y hoy ya nadie recuerda, pero también, esa otra memoria aún más olvidada: la de los hechos que, pudiendo haber ocurrido, tal vez no ocurrieron jamás. «Cravan vs Cravan» es un documental del mito y la leyenda.

Ahora, cuando reviso por penúltima vez la película antes de su proyección, me gusta pensar que, al trasluz de Cravan, también hemos filmado otro mito: el del arte contemporáneo.

Investigando tras los pasos de nuestro personaje, nos hemos ido encontrando con los testimonios de artistas, poetas, críticos, historiadores, galeristas, coleccionistas, aficionados… A las puertas de un nuevo siglo, todos ellos se enfrentan una vez más a su mito fundacional, el de las vanguardias. Y de alguna forma, en el tejido de sus voces también resuenan los ecos de aquellos otros que, hace cien años, ocuparon espacios semejantes durante el nacimiento y la eclosión de los «-ismos»: aquellos movimientos que, como el mismo Cravan, vivían de devorarse a sí mismos.

Pero por encima de todo, pienso que si esta película existe es porque la figura y la actitud de Cravan continuan siendo vigentes, hoy más que nunca. Porque lo que Cravan defendió con cada una de sus obras como puñetazos, y con cada uno de sus golpes como versos, fue un arte personal, apátrida y heterodoxo. Una reivindicación de la libertad contra los estereotipos y las convenciones, dispuesto a cuestionar mediante el humor la autoridad establecida. Porque en el fondo la historia de Cravan es una metáfora estupenda del siglo XX: la edad de las vanguardias artísticas y militares, l’age collage de un mundo internacional, a caballo entre el arte y la vida, del escándalo concebido como obra y la obra como mercado, de las desapariciones masivas, el siglo de las derrotas y del cine…

Un cine que nació casi a la vez que Cravan y con las mismas intenciones: ser viajero, moderno, aventurero, comprometido, inquieto y arriesgado.
Quizás por eso Cravan escribió que aceptaría batirse en duelo con X siempre y cuando estuviera presente el cinematógrafo. Y aunque nuestra cámara haya llegado tarde para filmarle, al menos sí ha llegado a tiempo de captar los ecos y las rimas de sus golpes.
Por eso he comenzado diciendo que ésta no es una película dadá, ni podría serlo: «Cravan vs Cravan» es una película sobre lo irrepetible.
Que empiece el combate.»

Isaki Lacuesta (2002)

11 comentarios en “Cravan vs. Cravan (Isaki Lacuesta, 2002)

  1. Me entusiasma en la película, de la que pienso hablar un día de estos, es el papel del personaje conductor de las entrevistas, un ex-boxeador y poeta que confiere a todo el relato un aire de realidad y, al mismo tiempo, una voluntad de ficción. No se puede eludir, por muy ciertos que sean los hechos que se relatan, que toda filmación, como toda escritura, se convierte en ficción.
    Un film muy recomendable que me ha hecho indagar en el resto de la filmografía de Lacuesta.
    Un saludo

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  2. Portnoy, yo tengo pendiente de Lacuesta la de Camarón. La leyenda del tiempo. Y la tengo grabada pero aún no la he visto…

    Saludos y gracias a todos por vuestros comentarios 😉

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  3. La leyenda del tiempo no es un film sobre Camarón. La única coincidencia es con el título del disco. Un niño gitano y una japonesa amantes del flamenco y sus vidas cruzadas.
    No tiene nada que ver con un film de ensayo como es Cavan versus Cravan. La leyenda del tiempo es un film experimental sin libreto de dos vidas cruzadas.

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  4. Pues es muy recomendable ‘La leyenda del tiempo’… personalidades cinematográficas como la de Lacuesta no abundan en nuestro territorio precisamente

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  5. LadyM, bienvenida. Hace algún tiempo que sigo tu blog con interés y lo tengo añadido a mis favoritos, aunque nunca comenté nada allí. Ten por seguro que haré un hueco a La leyenda del tiempo, es solo cuestión de tiempo (valga la redundancia), del que voy algo escasa…
    Saludos.

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  6. Ey muchas gracias, yo tb venía leyendo tu blog pero tp había comentado nunca nada…
    Pues nada un saludo y muxo cine!

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