Sileni es el largometraje más reciente del infatigable director surrealista checo Jan Svankmajer. La película, de «terror filosófico» (como el mismo director la define), ambientada en Francia, finales del XVIII, es un extraño cuento, una parábola llena de alegorías sobre la libertad y la represión que combina relatos del Marqués de Sade y Edgar Allan Poe con sus lenguas y sesos animados, que constituyen casi una marca registrada del director. Lo cierto es que ambos autores ya habían figurado en obras anteriores de Svankmajer, en cuya trayectoria encontramos cortometrajes basados en relatos como «La caída de la casa Usher» o «El pozo y el péndulo»; incluso obras que rinden claro homenaje a Sade, como sería el caso de «Los conspiradores del placer ( Spiklenci Slasti, 1996) en su descarada y subversiva retórica plagada de fetichismo. En esta ocasión, «El entierro prematuro» y «El Sistema del Dr Tarr y el profesor Fether»
son quienes proporciona la base narrativa a gran parte del guión, en el que el protagonista, un joven con numerosos conflictos emocionales tropieza con el inimaginable mundo de un Marqués (figura directamente inspirada en Sade, cita en la película discursos literales de sus obras), amigo de oscuras orgías sadomasoquistas y terapéuticos enterramientos para curar el miedo a la catalepsia en un extraño y grotesco sanatorio en el que el citado marqués ejercerá de guía del joven, al que somete a una perturbadora terapia purgante para la cura de todos sus temores a cambio de depositar en él su confianza.
Svankmajer deja a un lado en esta ocasión la representación del hombre como títere de la sociedad que le ha tocado vivir (animaciones de marionetas que utiliza simbólicamente en sus anteriores películas) para construir, esta vez, una parábola sobre los mismos pilares en los que se sustentan la ética de la sociedad y las imposiciones del sistema. A modo de microcosmos de esa sociedad, presenta un sanatorio mental donde los pacientes se rigen por la disciplina autoritaria y la violencia, y en la que cualquier anormalidad mental es reprimida a través del castigo físico. El mundo del marqués tiene, como contrapartida, la visión del lado opuesto, el de la condena de la razón y las costumbres de la moral;
es el mundo de los deseos reprimidos liberados, la blasfemia, la búsqueda desenfrenada del deseo y las fantasías sexuales. Svankmajer disecciona el totalitarismo y la autocracia, probablemente representando el régimen anterior checo, y el western social que supuso la llegada de la nueva democracia a través de los unos pacientes del sanatorio a los que, de manos del marqués, se les permite absoluta libertad para satisfacer sus deseos. Mientras el film desarrolla su trama, trozos de carne, celebro, ojos y lenguas son liberadas y animan el decorado paseándose por los escenarios, retozándose en el barro o bailando al son de la música.
Pero la carne termina como producto de consumo, en bandeja y precintado, respirando a través del plástico en la estantería de un supermercado. Su libertad sacrificada al consumo de la demanda, sugiriendo de forma más que evidente que esa aparente libertad de mercado no tiene necesariamente como consecuencia la libertad real, sino más bien una nueva forma de comercialización de la imaginación y del deseo.
Destaca una sólida labor interpretativa por parte de todo el reparto actoral, en especial la figura del marqués interpretado por Jan Triska, asombroso trabajo que me recordó en numerosas ocasiones pasajes de «La vía Láctea» de Buñuel. Es un film que seguramente, debido a lo grotesco y surrealista de su desarrollo, resultará difícil de ver a mucha gente, pero que contiene muchos matices que, si somos capaces de entrar en su juego, promete un rato muy entretenido no sólo por lo que respecta a su argumento (hay que decir en su contra que el final resulta más que previsible), sino por su diversidad creativa, su punto de vista lúdico y su blasfemo humor negro que logra ese ambiente insano que recorre toda la película y que deja la sensación de haber visto un film único, realmente irrepetible.
No lo conocía de nada a este hombre… Y lo cierto es que su cine es de lo más personal por lo que cuentas. Estás mucho más puesta que yo en off-cinema…..
Nos leemos!!!!!
Me gustaMe gusta
Fantástica reseña, sí había oído hablar de Svankmajer, pero esta cinta no la conocía. La tendré muy en cuenta e intentaré conseguirla.
Gracias y un saludo
Me gustaMe gusta
Interesante propuesta la de este director que desconocía. Ingresar a ese universo tan caracteristico del Marques de Sade, debe resultar una inolvidable experiencia. Intentaré conseguirla. En cuanto a la reseña que has hecho, realmente fantástica Babel. Describiste de manera admirable este sádico universo. Saludos!!
Ariel.
Me gustaMe gusta
José, Svankmajer es un gran animador y tiene cortos enormes en cuanto a calidad se refiere. Si te atraen este tipo de trabajos, en youtube hay algunos colgados que aparecen poniendo el nombre del director., la mayoría sin diálogos. Eso sí, todos muy experimentales y, como dices, personales.
Gullermo, pues a ver si te gusta; espero que sí.
Ariel, muchas gracias. Sobre el personaje, es un homenaje a Sade, pero la historía que narra está basada en los dos relatos de Poe. La combinación de ambos es… para verlo, je, je
Saludos!
Me gustaMe gusta
Entrar en tu blog sigue siendo una auténtica lección de cine. Desconozco totalmente a este director pero intentaré subsanarlo lo antes posible… A mí me hablan de Sade y el primero que me viene a la mente es Pasolini, pues ahora ya tendré con quién compararle.
Poe y el divino Marqués, suena a mezcla explosiva.
Salu2
Me gustaMe gusta
A mi personalmente me decepcionó bastante esta cinta de Svankmajer. Me gustó, pero después de ver cosas como “Alice” u “Otesanek”… me esperaba algo más, no se…
Un saludo.
Me gustaMe gusta
las razones que da para renegar de dios, son realmente interesantes y muy ciertas
Me gustaMe gusta
mmm qué buena pinta… la pongo en la lista.
Me gustaMe gusta
Mientras el film desarrolla su trama, trozos de carne, celebro??????, interesante pelicula.
Me gustaMe gusta
[…] Sileni es el largometraje más reciente del infatigable director surrealista checo Jan Svankmajer. La película, de “terror filosófico” (como el mismo director la define), ambientada en Francia, finales del XVIII, es un extraño cuento, una parábola llena de alegorías sobre la libertad y la represión que combina relatos del Marqués de Sade y Edgar Allan Poe con sus lenguas y sesos animados, que constituyen casi una marca registrada del director. (llegir més) […]
Me gustaMe gusta
Una exelente reseña para una exelente pelicula, me encanto la musica del filme
quisiera saber cual es la ultima pieza, cuando la carne aparese en el mercado y vienen los creditos esa cancion la e buscado como loco de donde es y quien la compuso
Me gustaMe gusta
[…] Sileni. 2005. Largometraje […]
Me gustaMe gusta
Acá una devolución sin dejos de cortesía en la lengua: la película no está ambientada en los finales del XVIII francés. El manicomio tiene computadoras, la vestimenta de jean, el colectivo… el que está ambientado en el XVIII francés es el marqués, en medio de una sociedad neoliberalista y auto-aniquiladora.
gracias por compartir la posibilidad de comentarla!
un abrazo!
Santiago
Me gustaMe gusta
Alguien que tenga algún link de descarga o para comprarla subtitulada 😦 es muy difícil encontrarla.
Me gustaMe gusta