Dream (Bi-mong), de Kim Ki-duk (2008)

dream-poster-unoCon Dream, decimoquinta película en doce años, Kim ki-duk aborda un aspecto nuevo de sus siempre extremas historias de sufrimiento en el amor. En este caso lo hace desde la perspectiva del sueño como deseo y, a la vez, como modo de escapar de las propias pesadillas, todo ello desde una narrativa simbólica mucho más cercana a la fuerza y la fantasía de «Time» que a otras argumentalmente más pegadas al terreno como «Primavera, verano…» «El Arco» o «Hierro3».
Los protagonistas no se conocen. Son dos seres antagónicos: cada uno de ellos teme, casi odia y huye constantemente de lo que es y lo que anhela el otro. Sin embargo, están destinados a encontrarse, porque mientras uno duerme, el otro vive lo que este sueña. Sustentada prácticamente con los dos personajes principales (él, el japonés Jô Odagiri; ella, la surcoreana Lee Na-young), si hay algo destacable es esa plasmación de la belleza con la que Kim Ki-duk sabe impregnar la pantalla entera en cada una de sus secuencias, aunque en realidad nos esté enseñando formas de querer que ahogan a esos personajes en un sufrimiento límite y, ocasionalmente, siniestro. kimkiduk_dream-1En el caso de Dream, la mezcla de la realidad con el onírico mundo de la fantasía, consigue crear un relato ciertamente original, aunque, desde mi punto de vista, no fluye como el coreano ha logrado en otras producciones de mayor calidad, estancándose por momentos en un círculo vicioso que no avanza hasta casi el final, donde nos vuelve a regalar su cine en estado más puro. Estéticamente intachable, poética y brutal como ya es habitual en toda su filmografía, fotográficamente excelente y cargada de esa sensibilidad tan particular que sabe imprimir a cada secuencia, a la ambientación, a la música, a los gestos de sus protagonistas, a los suaves y hasta milimétricos movimientos de su cámara… todo ello sumado ofrece sin duda un conjunto de factura artística innegable. Sin embargo, Dream deja la extraña sensación de ser como un eco de sus anteriores películas (quince películas en doce años son muchas películas) y comienza a destilar algunos síntomas de cansancio fílmico. Porque a pesar de que la historia que cuenta resulta, en un principio, interesante y atractiva, el mero planteamiento repetitivo a lo largo de toda el film no es suficiente para mantenerlo durante 90 minutos. No sólo porque está estancada casi en el mismo punto desde el inicio hasta el final, sino porque las decisiones que van tomando los dos protagonistas son, o bien muchas veces predecibles con facilidad (para cualquiera que haya visionado dos o tres cintas del director), o bien sorprenden por rozar los límites de lo creíble si aplicamos a los hechos un mínimo de sentido común. Siempre he admirado el cine de Kim Ki-duk, su capacidad para transmitir sólo con imágines, sin excesivos recursos añadidos, y esa extremada sensibilidad que hace que, de su mano, resulten bellas las historias más sórdidas o bizarras.vlcsnap-7035171 Pero Dream no sólo reitera los mismos matices respecto a sus protagonistas (a pesar del tratamiento más fantástico y onírico que real), sino que casi se reconocen las mismas imágenes utilizadas en algunos de sus anteriores films, no logrando en conjunto la brillantez de aquellos por más que una se esfuerce en el intento de quedar atrapada como ya era costumbre, esperando encontrar ese algo más al que nos tenía habituados película tras película. Sólo cuando se acerca el final introduce algunos elementos simbólicos interesantes dotados de una fuerte carga metafórica que personalmente me gustaron mucho, aunque bastante lejos del nivel a priori esperado.
Con todo, la película me parece recomendable, a pesar de no ser de las mejores, pero ello no quita que cada una de sus secuencias pueda calificarse como toda una lección de saber hacer cine de modo (hasta cierto punto) independiente de la historia que nos cuenta. Una pena que el director recurra para ello a más de un tópico de sus anteriores cosechas de manera innecesaria. Esperemos se trate sólo de un bache y no, como ha sucedido con otros, del inicio de una lamentable etapa en la autocomplacencia.

7 comentarios en “Dream (Bi-mong), de Kim Ki-duk (2008)

  1. Beautiful se la comieron conpapas. Crees que esta la estrenarán?? Por el video parece muy ensu onda.Bessossssss!!!

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  2. De Kim Ki- duk sólo vi “Samaritan Girl”, fascinante…
    Por lo que leo en esta magnífica entrada, creo que esta es de las ocasiones en las que no haber visto nada más de la filmografía del director juega a mi favor, y, a pesar de los peros que le pones, despertó mi interés el argumento, espero poder verla.

    Un saludo

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  3. Hace unos minutos me enteré de esta nueva peli de Ki-duk, cuando aún estoy por ver «Breath», es que ando atrasado. De todos modos, esta parece tan interesante, por tu post, como todo lo de este hombre.

    Gracias por la recomendación.

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  4. Irian, pues cuando la veas me gustaría saber tu opinión. Voy un poco por donde Vivian: si no conociera el cine de Kim Ki-duk, me habría encantado, pero como no es así, encuentro en ella demasiados lugares comunes y cierta falta de originalidad, característica que siempre hallaba hasta la fecha en el coreano.

    Un saludo y gracias por pasar 😉

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  5. Pues la verdad.. Kim ki Duk es mi director favorito. Los temas que aborda y como los trata… es fascinante. Sin embargo, en esta película si se ha estancado un poco en ciertas cosas… pero el final recompensa todo. En el final volvemos a disfrutar de Kim en su máxima potencia. He llorado allí… como no lo hice en ninguna otra de Kim.

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  6. David, bienvenido al blog y gracias por tu aportación. Kim ki Duk me gusta mucho, pero hay que reconocer que en sus últimas películas añade poco a su trayectoria. Como dices, se ha estancado, bastante desde mi punto de vista.

    Un saludo.

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