La adaptación de Murnau para el cine, en 1922, de la novela de Bram Stoker, «Drácula«, está considerada la primera película de terror de la historia. Tanto el título como el nombre de los personajes fueron cambiados debido a que la viuda de Stoker les denunció por usurpación de la obra de su marido, negándose además a la venta de los derechos. El juicio lo ganó la viuda, pero para entonces ya estaba en fase de distribución. Los originales de esta polémica película sufrieron un auténtico calvario, porque el tribunal ordenó que se destruyesen todas las copias de la cinta, aunque algunas lograron sobrevivir permaneciendo escondidas en casas de particulares, motivo por el que hoy existen diferentes versiones, dependiendo del montador y de los trozos de cinta que encontraba.
El vampiro que interpreta Max Shereck tiene poco que ver con la mayoría de los que a posteriori fueron llevados al cine encarnados por reconocidos actores como Christopher Lee, Gary Oldman, Bela Lugosi o Langella. Cuando hablamos de Drácula, casi siempre nos viene a la mente de modo recurrente ese flamante hombre preso de una extraña y espantosa maldición que le obliga al consumo de sangre. Sin embargo, el vampiro de Murnau se aleja de casi todos los clichés que a lo largo de la historia del cine han conformado el personaje. Shereck no es un tipo apuesto y seductor, sino un enfermo cuyas reacciones son más parecidas a las de un animal que a las de un ser humano; incluso la diferencia con el estereotipo de Drácula llega a ser física, ya que el conde Orlock (nombre que recibe en la película) que dibuja Murnau es un ser permanentemente en la sombra, con orejas semejantes a las de un murciélago, uñas como garras y colmillos centrados en la dentadura. Sólo Werner Herzog construye un personaje de similares características artísticas en «Nosferatu, la noche del vampiro» con el inolvidable Klaus Kinski en el papel protagónico. Y más tarde, en el año 2000, E. Elias Merhige en «La sombra del vampiro» reinventa el rodaje de film con una ficción que cuenta con John Malcovich en el papel de Murnau y un excelente Willem Dafoe que da vida a Max Shreck, reavivando la leyenda de que se trataba de un actor con verdadero gusto por la hemoglobina humana.
Nosferatu es una auténtica obra maestra del expresionismo, portadora de una atmósfera maravillosa, capaz de manipular las emociones que desea crear a golpe de cámara. No asusta tanto por lo que muestra como por lo que sugiere, oscuros temores asistidos por un estilo visual a base de sombras y claroscuros que soportan gran parte de la película. Murnau utiliza a menudo las esquinas del encuadre, lugar desde el que los personajes acechan y que le sirve para crear la tensión necesaria al no ser vistos en el centro de la escena, como venía siendo habitual hasta entonces en el cine. También es la primera vez que se utiliza el montaje en paralelo de diferentes secuencias que representan un mismo tiempo, intercalándolas para referir cómo diversos acontecimientos suceden a la vez en la narración. Y lo más increíble: el empleo de determinados efectos especiales, pura imaginería, realmente sorprendente para la época; efectos del todo manuales pero que consiguen crear esa atmósfera inquietante impresa en la película y que denotan la mágica capacidad creativa de Murnau: los movimientos rápidos del conde Orlok, la escena de la desaparición del carromato, cuando más tarde el conde surge en medio de la pantalla de la nada o el particular uso del negativo fotográfico para dar la sensación del color blanco en los árboles bajo un ennegrecido cielo.
De la película completa circulan actualmente dos versiones en la red; una de ellas en inglés, que parece se acerca más a lo que pudiera ser la originaria (en blanco y negro-copia, perdiendo los probables tonos originales), y otra restaurada con intertítulos en castellano y quizás demasiado saturada de color, además de que hoy día se desconoce si Murnau llegó a utilizar la película pancromática para el rodaje, capaz de otorgar los tonos azulados o sepia con los que se muestra esta versión. Ante el dilema de atenerme a la que más me gusta u ofrecer la más fácilmente entendible por razones de idioma, he optado por acercar ambas a la página On-line y que sea cada cual quien decida la que mejor se adapta a su gusto particular. Y en este enlace, los que estéis interesados y dominéis algo el inglés, hay una interesante transcripción del guión de Henrik Galeen con muchas notas de rodaje hechas por el propio Murnau. A disfrutarla!
Pelis de Fritz Lang, Griffit y Wiene he visto algunas: El gabinete del dr. Caligari es buenísima! Sobre Murnau estoy pez total. Así que gracias mil! seguro que veré la que está en blanco y negro prque esos letretos verde manzana le quitan mucha autenticidad. Besssoooosss!!!
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plas plas plas MíTICO filme!!
De visionado obligatorio debería ser en todos los institutos para que los chavales amen el cine.
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gracias babel por todo el trabajo que estas realizando… excelente tu pagina… quiero saber como puedo bajar tu peliculas que tienes publicadas… estan muy interesante… muchas gracias…
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Nada que decir…..clásico entre clásicos. De visionado obligado para todos aquel que se denomine cinéfilo, y obviamente para aquellos que les guste el cine de terror.
Saludos!
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Murnau un genio entre genios. Yo sigo quedándome con La última carcajada, con Fausto y con Amanecer, pero igual Nosferatu es una obra mayor. Buenísimo el post.
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Carles, pues tienes que poner remedio ya. Murnau es imprescindible!
Alberto, Nosferatu me parece un poco grave para los chavales aún, amén de que algún padre se tiraría al cuello del profesor que se le ocurriese, je!. Con «El Gran Dictador» ya van bien, aunque no sea ni por ni para lo mismo…
Lobo, gracias! Yo suelo tirar de videoclub o biblioteca. En su defecto, de emule.
Fantomas, Faraway, saludos. Fausto, gran película…
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Impresionante tu crónica. Tenemos pendientes de publicar del maestro Murnau «El último» y «Amanecer». Abrazo.
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Genial tu artículo, descubrí un montón de datos que desconocía, como la existencia de distintas copias con distintos montajes. Yo vi la versión en castellano, así que te agradezco que traigas a la página online la otra, para que podamos disfrutarla los que no la vimos.
Por cierto, me sumo a los que tienen un recuerdo para “Amanecer”.
Un beso
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Vivian, Wood, muchas gracias, espero ese post. Ahora habéis despertado mi interés por «Amanecer», que es de las que no he visto de Murnau. Me pongo a buscarla…
Saludos 😉
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Excelente aporte babel!, gracias por ello porque había leído siempre sobre este film entre otros de terror de épocas posteriores pero no había tenido oportunidad de verlo.
Genial como siempre, gracias.
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No es la película ideal para una soleada tarde de domingo (aunque los domingos por la tarde suelen estar llenos de seres que deambulan por las sombras de las casas, pálidos y confusos: la noche del sábado se cobra su tributo en resacas) pero he seguido tu enlace y me he puesto a verla. En este cine, en el cine mudo, se ve el esfuerzo de la imagen por sustituir a la palabra: imagen, lo que al final realmente cuenta en este rollo del cine.
Saludos.
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Saludos, Babel.
Genial “Nosferatu”. Como dices, alejado de casi todo el cine vampírico posterior. Cinta cargada de simbolismo e intensamente romántica. Por cierto, para visiones vampíricas funestas como esta: “Vampyr”, del todopoderoso Dreyer.
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estoy fascinada con el expresionismo! hace horas que estoy leyendo cosas, y cada vez aprendo mas! lo conoci por una revista que hizo un numero dedicado todo al expresionismo y no pare mas! hace horas que estoy! es increible!
les dejo la dire a uds seguro les va a gustar
http://www.l-etatsecond.com/
y hoy si o si me bajo nosferatu me dieron muchas ganas de verla!!!! =)
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