Habitación en Roma (Room in Rome), de Julio Medem

A estas alturas, y después de la expectación mediática, a nadie se le escapa cuál es el hilo argumental de la nueva película de Julio Medem, Room In Rome, rodada en inglés, ruso, italiano y euskera, y traducida para su estreno como Habitación en Roma: dos mujeres que se acaban de conocer pasan la noche juntas en una habitación de hotel tras sentirse fuertemente atraídas la una por la otra. Como quiera que  la crítica ya afilaba cuchillos antes de haber visto la obra, comenzaré por establecer algunos aspectos que me parecen impecables de la película, a pesar de que en general no me ha satisfecho como esperaba: no en cuanto a factura sino por contenido, y quizás también puse demasiadas expectativas en su capacidad para asombrar  y superarse. Ya se sabe, suele decepcionarnos lo que viniendo de otros más mediocres encajaríamos dentro de la normalidad.

Room in Rome es una película mucho más sencilla que algunas de sus anteriores. Medem huye esta vez de la densidad narrativa, de los flashback, incluso de lo onírico y nos muestra una historia donde lo que vemos es lo que hay, sin trampa ni cartón. A pesar de ello, consigue introducir casi todos los elementos más habituales de su cine entre las cuatro paredes donde se desarrollan los algo más de ciento veinte minutos que dura el metraje. Los personajes respiran naturalidad, de igual modo la relación, que va creciendo en el transcurso de las horas, desde el primer coqueteo, el pudor de Natasha (Natasha Yarovenko) que hábilmente va limando su compañera Alba (Elena Anaya), las primeras confidencias, las mentiras para auto-protegerse o la emoción que transmiten bastante bien ambas actrices. Más allá del desnudo físico asistimos al desnudo emocional de los personajes, en una relación tratada siempre desde el absoluto respeto en cuanto a lo que es y con sobrada elegancia en la forma. Los lentos y suaves movimientos de cámara, constantes en cualquier obra de Medem, potencian la sensibilidad y desprejuicio con el que es narrada esta historia de amor y pasión entre mujeres. Quienes acudan a ver desnudos los encontrarán, pero si alguien busca puro morbo en la película, seguramente saldrá más que decepcionado. La puesta en escena, decorados, fotografía y realización son francamente impecables, una auténtica obra de arte, algo -por otro lado- habitual en Medem.

A pesar de todo, existen serias lagunas en el guión que la relegan a producto menor.  Ideas que dejan cierto regusto a sus propios clichés, otras a estereotipos socialmente establecidos sobre sexo  y alguna salida de tono navegando entre lo hortera y lo desagradable. Todo esto no hace referencia a la calidad formal del film, más bien -creo yo- a que Medem, al escribir una película de este tipo,  se retrata por necesidad en el asunto de cómo concibe la sexualidad femenina. Comienza con la cámara en el balcón de un hotel enfocando la calle por la que se acercan dos mujeres. Caminan hacia el edificio y las vemos desde arriba, luego la cámara gira hacia la puerta y oímos su conversación. Es un plano secuencia que termina al poco tiempo de entrar en la  habitación. Desde el principio, no es necesario que pronuncien una sola palabra para saber cual de las dos es la lesbiana convencida y cual la novata en todo esto. Alba lleva el pelo corto, viste ropa holgada que no marca sus formas, camisa de cuadros, va sin tacones, bolso enorme a modo de saco, carece de bisutería adornando su aspecto y tiene cara de vicio. La rusita es femenina, inocente, despampanante, pelo largo, vestidito sensual, collar, pulseritas, anillos y bolso a juego. En la primera escena, el fantástico picado desde el balcón, antes de que suban, se dibuja la distinta orientación sexual de ambas. La estética lesbiana se masculiniza, la de la mujer heterosexual es femenina, léase femenina en sentido moda Corte Inglés. Más adelante, parece, además, que entiende que para una mujer heterosexual es condición ineludible la penetración para tener una relación plena. Lo intuimos al principio en el constante juego con la botella y se hace explícito cuando Natasha le pide abiertamente un vibrador a Alba añadiendo como motivo que a ella le gustan los hombres. Corto, demasiado corto el alcance de las formas de placer femenino expuestas y paupérrimo papel el del hombre en el concepto sobre relación sexual  que se manifiesta. Porque en este momento entra en juego el personaje masculino, el botones interpretado por Enrico Lo Verso, quien les ofrece un pepino convenientemente esterilizado (lo del pepino es literal) o, en su defecto, sus propios atributos naturales. El botones-hombreobjeto, totalmente fuera de contexto, realmente grotesco, roza lo vergonzoso.

Una pena, porque el film es una delicia durante la primera hora y cae en  estas y alguna otra vulgaridad a partir de la segunda. Segunda parte que remata con un sesenta y nueve, normalito y sexualmente poco imaginativo para el tono de la narración, más una masturbación a dos bandas en una bonita escena de bañera que sin embargo resuelve muy mal cuando enfoca a Cupido, en el techo, directamente apuntando su flecha a la cara de Alba: te has enamorado, chica, y habías prometido no hacerlo… Hay cierto intento en sacar partido inteligente del escenario, de las pinturas  que rodean la habitación, como el mencionado Cupido, el cuadro renacentista en relación-contraposición con el de la época romana, sus puntos en común a pesar de los casi mil años que les separan, a colación de los nexos que unen y distancian a ambas mujeres, pero fracasa estrepitosamente también en este terreno. En definitiva: la primera hora, bastante lograda, habría sido más que suficiente, porque a partir de ahí pesa, y mucho, el corsé cultural y alguna que otra ñoñada manierista, tanto en lo referente al discurso como a las escenas de sexo. Podría extenderme en más detalles, mejor véanla y saquen sus propias conclusiones. La mía es que Médem sabe moverse como pocos cineastas españoles para crear ambientes únicos, pero en el terreno  sexo y mujeres que saben lo que quieren aún tiene por hacer algunos deberes, a pesar de sus años y de intentarlo de modo más o menos valiente.

18 comentarios en “Habitación en Roma (Room in Rome), de Julio Medem

  1. Julio Medem dejó de interesarme en la pretenciosa , aburrida y increible Caótica Ana, una cinta que me decepcionó profundamente y a la que no encontré ningún sentido… con su nueva cinta mi idea era no ir a verla, pero tu has conseguido que pueda, quizás, encontrar algun punto en la película que pueda interesarme… buena reseña

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  2. Con lo que me ha gustado Medem (Vacas, La artdilla roja, Tierra…) y ahora lo encuentro tedioso e innecesario. Con Caótica Ana me decepcionó hasta límites insospechados (Caótico Medem) y esta no la voy a ver. Prefiero quedarme con el recuerdo que tengo de su cine y no dejar que estos productos fallidos los borren de mi memoria. Aún así, buena reseña la tuya.
    Un saludo

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  3. Esta es mi opinión.

    La película me ha parecido, anodina, demasiado pretenciosa, caótica, sin ritmo, con un doblaje HORROROSO, con un guión desastroso lleno de anécdotas intrascendentes (las vidas exteriores pseudo-reales / pseudo-inventadas), fallos horrorosos (una ingeniera-inventora que no sepa que en Rusia hay verano….) y con pliegues de personalidad absolutamente increibles.

    Además las interpretaciones me parecen flojitas (pero eso si, hay que darle valor a hacer una peli en pelotas todo el tiempo y con la cámara pegada a tu piel), y teniendo en cuenta que todo el peso de la película recae sobre los hombros (o los pechos) de las actrices el resultado debe ser mas certero y afianzado.

    Elena Anaya está sobreactuada por momentos (de la rusa ya ni hablemos…),. Interpretar no es poner caritas a cada momento con bella faz para su director (que eso ya lo vimos en I´l Amore de Roselinni.) Medem le saca partido, eso si, con una excelente fotografía, pero claro… con un guión que no ofrece credibilidad, difícil lo tendrán las actrices.

    La planificación de escena es buena, correcta diría yo. Pero está demasiado marcada por la idea del «quiero demostrar» que sé hacer una película en un espacio pequeño. Que le da cierta artificialidad al aura que se quiere crear con la cámara. Me quedo con la naturalidad de aquella idea Azconiana del Anacoreta filmada con austeridad, pero con honestidad absoluta para con la idea.

    Además, se pierde coherencia con el mensaje narrativo cuando se saca la cámara para mostrarnos la habitación desde fuera, ya que ese mundo interior.. esa implosión de «amor» que sucede en el film pierde fuerza con esa incoherencia narrativa al desinflar el globo para mostrarnos todo desde fuera. Para mi un error.

    Si una de las cosas de dirigir es dominar los factores A)lo que quieres contar. B)como lo cuentas; Aqui no veo director por ningún sitio, creo que Medem se ha perdido.

    Lo mejor sin duda, Las escenas del amanecer en la terraza, tomadas desde dentro (aqui si que se acierta narrativamente, ya que da un respiro visual al relato sin abandonar la atmósfera de estar dentro del recinto) con el telón maravilloso de fondo de las cubiertas de Roma, donde el trabajo de fotografía es excelente. Y donde combinados con lo blanco del baño dan algo que recordar a nuestro ojo retiniano. Además de lo bien que se usa la música en algunos momentos.

    También mención especial a los dos planos secuencia (sobre todo el del final) con el que se abre y cierra la película.

    Le doy un 3 por la buena iluminación y el trabajo de fotografía. Medem ha hecho un largometraje con material que da solo para un corto. Y eso que esta película ya estaba filmada en chile.

    Y eso si, respeto profundamente las opiniones positivas que he leido en webs sobre el valor de afrontar una historia desde la homosexualidad, pero no creo que eso tenga que ver con el juicio del film. Ni creo que le confiera un valor «especial» que merezca ovaciones (salvo de sus incondicionales… pero vamos, que los incondicionales de Spielberg también ovacionaron la última de Indy Jones)

    Saludos y un abrazo para todos.

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  4. Medem atinó las pelis «Vacas» y «la pelota vasca». No hay mas, globo sonda. Aburrida igual que «Lucia» «caotica Ana» o «los amantes dl circulo polar». Fuimos el domingo Mire y yo, a ella le gustó
    V´ssss

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  5. Bagalloneta, gracias. Coincidimos en Caótica Ana, que además tiene un final francamente desagradable.

    Crowley, la verdad es que a partir de Lucía y el sexo hay punto de inflexión. Pero creo que comparada es mejor que la anterior, sustancialmente.

    Chus, gracias por tu aporte. En una cosa estoy totalmente de acuerdo: esta historia da para un corto, un mediometraje como mucho. Ahora bien, es un film de factura técnica impecable, de personajes muy trabajados y las interpretaciones son, en mi opinión, bastante buenas (aunque ahí se quedan). Otra cosa es qué dicen esos personajes, ahí ya volvemos a estar más de acuerdo. Un saludo.

    Jorge, te has dejado La ardilla roja, la mejor? V´ss

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  6. Si tengo que puntuar mis decepciones cinematográficas, «Caótica Ana» seguro que está entre las primeras. Y por lo que leo, está nueva cinta va por el mismo camino. Así que, como dice Crowley, seguiremos mirando al Medem pre-Caótico, ese que nos alucinó y admiró.
    Saludos.
    P.D: en tu blog aparezco siempre como un hexágono azul que no sé si tiene cara de tonto o de cabreado. Bueno, airado cuando menos.
    Saludos.

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  7. Es curioso cómo nos hemos reunido una «colla» de decepcionados de Medem. Ya le he dado demasiadas oportunidades: caí en la trampa de «Lucía y el sexo» por el título, y veo que aquí es más de lo mismo pero desde el otro lado de la cama… «Tierra» decepcionante, «La ardilla roja» (lo siento babel) y «Los amantes del círculo polar» más de la misma decepción. Ya no hay más oportunidades para Medem. No señor, por mucho que salga mi candidata a fetiche del mes (Elena Anaya).

    Eso sí: de Medem salvo «La pelota vasca». Valiente, sincera, y precisamente por eso denostada al máximo. Se podrá no estar de acuerdo con su fondo y con su forma, pero al menos dijo lo que tenía que decir. Me quedo con el medem documentalista…..

    Nos leemos!!!!!

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  8. De Caótica Ana hay una reseña en los albores de este blog, aquí , y creo estamos de acuerdo. Al margen de la pifiada, a mi me gusta los ambientes que crea Medem, cómo mueve la cámara, cómo trata a los personajes… Caótica Ana pesa demasiado, también la crítica, a la hora de juzgar sin darle oportunidad. La primera escena de esta película por sí sola ya merece la pena, y marca serias diferencias positivas con el tono general de lo que se hace en este país. En cuanto a qué transmite, está claro que o te gusta o no, pero lo que me parece indudable es que Medem está, en términos generales, entre lo mejorcito del cine patrio actual.

    Saludos y gracias por vuestros comentarios 😉

    Pd: Licantropunk, el avatar lo coloca el sistema wordpress. Cada usuario sale siempre con el mismo. Solo sirve para eviar la posible «doble personalidad», lo cual es útil. El mio es verde moco y tiene cara de pasmo, tampoco puedo cambiarlo.

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  9. Babel… en cuanto a los personajes trabajados, creo entender a que te refieres a por parte de las actrices (que no lo niego en cuanto al empeño de las mismas) pero en un trabajo inútil por lo estéril de la historia. Porque si te refiere a trabajados de guión… disiento enormemente.

    La historia no es creíble precisamente porque los personajes tienen unas lagunas enormes. (Falta la imprescindible escena de como es el momento del conocimiento, del contexto, de las reacciones, del antecedente para el espectador). Lo del cambio de opinión (y olvido del prejuicio) de la rusa tras su vuelta tras el descuido del móvil es absolutamente increíble (ya no hablemos de lo superfluo de lo de la melodía y modelo del móvil para justificar (por parte del director) la supuesta confusión, con el subrayado correspondiente por parte de Elena Anaya con su «!!ohhh!!, quien me ha cambiado el idioma del móvil».

    Además de la chorrada de la rusa (totalmente incomprensible) de hacerse pasar por su hermana para después decir que la misma hermana existe (sin explicación alguna a dicha revelación) y es tenista (confusión absolutamente estúpida e innecesaria), así como el momento del google earth (o el programa que sea), que no aporta absolutamente nada a la historia mas que paja para rellenar el saco (así como las imágenes de la familia de Alba).

    Si borrásemos todo eso, y nos quedásemos con la historia de dos señoras que se conocen, pasan la noche, muestran sus miedos y piensan en recorrer sus caminos (sin enseñar nada mas, sin estupideces innecesaria; y sin alegorías estúpidas como la de la flecha de cupido)… estaríamos ante un corto brillante, con una planificación de escena supina.

    Pero insisto, el discurso narrativo-espacial se pierde en chorradas (como querer enseñar el lado pedante-culto de que ambas son tías super formadas y quieren trascender en sus pensamientos con las historias de las pinturas de las paredes de la habitación, que quedan en nada, y que nadie entiende ni sabe relacionar a ciencia cierta con la historia). Así como incoherente narrativamente hablando por incoherencias como sacar la cámara al aire y mostrar el balcón o la habitación desde fuera (cuando esta película va de un universo interior a una habitación).

    Mucha incoherencia y mucho error que lastran.

    Un saludo (ojo, es mi visión y solo lo comento por aclarar).

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  10. Qué tal! Recuerdo haber visto el tráiler y creo que no me llamó la atención era como haber visto la cinta, creo que tú crítica me lo confirma. Saludos. Por cierto, este fin veré Tetro!

    Christian

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  11. Como tienes cargamento a la contra te echo un cable:
    -No debe ser fácil actuar dos horas en pelota picada con cámaras y focos apuntando al culo
    -Hay sexo porque tiene un peso importante en la historia pero no molesta, son escenitas muy normales, nada de seixplotation
    -Las personalidades son interesantes pero muy Medem. El bollo es lo de menos
    -Esperaba que fuera floja y resultó una película interesante donde el sexo está justificado. Medem no es tan malo, aunque mi entusiasmo se haya ido moderando con el tiempo
    -Russian Red y Jocelyn Pook. O Medem y el miedo escénico a los silencios.
    -Había unas 8 personas en la sala. Solo 3 chicas, nosotras y una que iba con la pareja. ¿Te acuerdas como nos miraron esos dos de atrás en el bar? ¡Juas, que pais!. Me encantan los momentos-verguenza-ajena
    -Las chicas tienen que comer más porque están esqueléticas. Pero con chicas reales no vendería tanto
    -¿Se llevará el Goya al mejor vesuario?

    Au, hasta el lunes

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  12. No tenía yo mucho interés en verla, por lo que había leído me daba la sensación de ser una especie de “Soñadores” de Bertolucci, más de lo mismo independientemente del “género” de las protagonistas, sexo en definitiva, y después de leerte me ha quedado una sensación contradictoria, esa primera parte que describes invita a verla, pero la segunda como que despierta en mí un sentimiento de ¡que pereza!

    En fin, igual cuando salga en dvd la veo, por ahora, creo que no iré al cine a verla.

    Saludos

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  13. Pues a mi me pareció una película muy interesante, con mucho sentimiento y arriesgada. Fantásticos planos y con una gran BSO..

    Y respecto a las críticas sobre Caótica Ana, me hacen gracia.. claro, todo el mundo criticando el momento del final… me pregunto si recordais el principio de la película, el halcón y la alondra, y la unión que tenía con ese final..
    Realmente creo que poca gente lo entendió, y que Medem recibió grandes críticas sin motivo.

    Las películas de Medem hay que verlas con los ojos (y el corazón) abiertos.

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  14. Lo que parece claro es que Medem levanta pasiones y su cine no pasa desapercibido a nadie. Chus, precisamente si lees la reseña el principal «pero» que veo en la película es el guión. No lo vemos igual, pero ahí estamos de acuerdo.

    Christian, Tetro es una película que me encantó, pero igual que esta, parece que la crítica se cebó con ella. Ya me contarás…

    Vivian, como apunta Gema, el sexo tiene un peso importante, pero no es lo único y pesa cuanto debe. Es más poética que erótica.

    Támesis, bienvenida. Caótica Ana no me gustó. Salvando esta, creo que Medem está infravalorado y merece más como director que los palos constantes de la crítica. Pero así son las cosas y no es el único más reconocido fuera que en su propio país.

    Gema, muy bueno lo del Goya 😉

    Gracias a todos por participar con vuestra opinión, un saludo!

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  15. Hola! Me alegra comprobar que estamos bastante de acuerdo en cuanto a la película de Medem. Tengo la impresión que la crítica se está cebando demasiado con Medem por el simple hecho de ser Medem.

    Por cierto me ha parecido muy interesante tu blog, y en lineas generales estoy muy de acuerdo con tus críticas. Tomo nota de tus sugerencias 🙂

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  16. Sinceramente considero que Habitación en Roma, no es que sea una mala película(que lo es), es que no aporta absolutamente nada.Pasas dos horas y cuando termina, te preguntas¿que he visto? ¿que me ha dicho la película?. Es la vanalidad absoluta, pero además con la pretenciosidad de quién cree que es un genio y que esta haciendo algo grande y complejo.El problema es que entre todos hemos contribuido a que Medem se crea un genio cuando se dedica a hacer cosas raras que solo él entiende y que ni tienen verdadera calidad ni como él se cree revitalizan el cine español. Es verdad que esta es una de las pocas películas de Medem que se entienden y eso es de agradecer.Pero la actitud poco creíble de las protagonistas, la intrascedencia de un guión que parece se va improvisando sobre la marcha y el irritante toque feminista que se hace particularmente visible cuando aparece el personaje del botones( y donde se deja claro que a los hombres se les considera unos seres inservibles a los que no se necesita para nada)hacen que nos demos cuenta de que la película, lejos de una obra experimental o psico-sociológica, es simplememnte una tomadura de pelo.

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