Canino (Kynodontas), de Yorgos Lanthimos

Los hombres se encontraban encadenados en una caverna, mirando las sombras proyectadas de las cosas en la pared de la cueva, incapaces de volver la vista para ver la realidad. Del mismo modo nos encontramos en este mundo mirando las sombras de las ideas, incapaces de dirigirnos directamente a las ideas prescindiendo de todo lo percibido por los sentidos. (Platón, La República -Libro VII))

El Mito de la Caverna es una de las propuestas más memorables y obsesionantes de la filosofía. El objetivo es demostrar el peso de la educación recibida, pero también puede entenderse como el lastre de la falta de esta, según se lea, en nuestra percepción de la realidad y por tanto en nuestro sistema de pensamiento. Unos prisioneros viven en una caverna subterránea con un fuego tras ellos. Los prisioneros están encadenados de tal modo que solo pueden ver la sombra de los objetos  que se proyecta desde la realidad exterior sobre una pared blanca que hay situada delante de ellos. Si son liberados de sus cadenas y forzados a girarse hacia el fuego se sienten desconcertados y desorientados, y prefieren que se les deje en su estado original. Solo algunos llegan a darse cuenta que lo que ven son proyecciones de lo real, y estos pocos valientes comienzan su viaje de liberación que les lleva a traspasar el fuego y finalmente salir de la caverna. Lo que hace que esta historia todavía hoy día resulte sugerente es que nosotros mismos podríamos ser como esos prisioneros, que todo cuanto tomamos como realidad podría no ser más que sombras, una mera apariencia. Y si cuanto sucede en nuestra experiencia ordinaria fuera realmente una ilusión no tendríamos ni idea de que estamos siendo sistemáticamente engañados. Y si pudiéramos traspasar el velo de la apariencia y captar la verdadera naturaleza de la realidad, seguramente muchos decidirían volver a su estado anterior frente a considerar que su vida ha consistido en ser meros prisioneros confinados a un mundo de ilusión.

Para Platón, la ignorancia es una forma de esclavitud.  Solo el espíritu crítico podrá liberarnos de semejante manipulación. Todo esto tiene que ver con el proceso de crecimiento, de madurar y hacerse adulto, cuando comenzamos a cuestionar las ideas y creencias que nos han transmitido aceptando que muchas de ellas no solo no son determinantes sino cuestionables o simplemente falsas. Pero la caverna nos recuerda siempre otras formas de esclavitud que persisten a lo largo de nuestra vida, como puede controlarse y manipularse a la gente llenando sus cabezas de imágenes engañosas o falsas sobre el mundo. Para no entrar aquí en temas políticos que fomentan ciertas opiniones sobre nuestra sociedad y la política en general, consideren solo las imágenes publicitarias con las que somos bombardeados constantemente, diseñadas para hacernos creer que sus productos son indispensables para nuestro bienestar o felicidad. En cierta medida podemos llegar a ser los prisioneros de Platón, controlados por otros porque aceptamos las imágenes que se nos presentan como reales. La falta de espíritu crítico nos impide demasiadas veces captar la realidad de nuestras circunstancias.

El Cine y la Literatura se han hecho eco muchas veces de este planteamiento filosófico clásico, de este tipo de alegoría en la que se pone de manifiesto cómo los humanos podemos engañarnos a nosotros mismos, o somos forzados por poderes fácticos a la hora de representarnos la realidad. Un mundo feliz (Huxley), 1984 (Orwell), El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas (absolutamente recomendable, Murakami), La Caverna (Saramago) o hasta el mismo Calderón de la Barca en La vida es sueño toman claramente el testigo griego clásico. Y películas como La rosa púrpura del Cairo (W. Allen), El resplandor (Kubrick), Saló (Passolini), El Conformista (Bertolucci), La Naranja mecánica (Kubrick, de nuevo) u otras más modernas como Matrix o El Show de Truman, van claramente en este sentido. Canino se basa en un principio similar. La película nos habla de la manipulación de la familia y del poder de los adultos, especialmente sobre los niños, la importancia de educar en actitudes críticas, la construcción de la personalidad y el peso de la adherencia a determinadas ideas y concepciones del mundo implícitas en la educación que recibimos. Y de como la manipulación psicológica puede alterar seriamente el sistema normal de representación de la realidad que percibimos. Una alegoría de la manipulación que supone una educación rígida e intransigente que podría ser trasladable más ampliamente al terreno político, al papel social de la Religión o a la intolerancia frente a otras culturas, tema tan rabiosamente actual. La familia que representa Lanthimos vive a las afueras de la ciudad confinada en una casa rodeada por un alto muro. Los tres hijos, ya adultos, jamás han salido de la casa ni tenido contacto con el mundo exterior. Su educación, sus juegos, sus aficiones, incluso sus sentimientos, se ajustan al modelo impuesto por el padre. Son autómatas de comportamiento casi robótico cuyo lenguaje ha sido también tergiversado, algo similar a lo que sucede en 1984 de Orwell. Un avión es un juguete, una excursión un material muy resistente con el que se fabrican los suelos, el mar es una butaca de cuero o un teléfono es un salero. La única persona que entra en la casa es Christina, la guardia de seguridad de la empresa familiar de la que subsisten. Ella será quien, a través de un regalo que hace a una de las hijas, rompa la perfecta geometría en el que se mueve esta particular familia.

Viendo Canino me vino a la mente la estética de La cinta Blanca de Haneke, otra película centrada en la educación que podría ser reducida, como la anterior, a la denuncia del fascismo, cuyo mensaje moral se sustenta en una puesta en escena relativamente similar: largos planos fijos, los niños tienen además un cierto aíre físico con sus ojos azules y su mirada turbadora, además del marco experimental que comparten a la hora de investigar el origen del mal y del poder. Sin embargo, más allá de esta puesta en escena, la película es realmente turbadora. Hacía mucho tiempo que el cine no lograba hacer que me tapase la cara en determinadas escenas, obligarme a girar la vista para no ser cómplice de los momentos más escabrosos de violencia, incesto físico, psicológico, o frías autolesiones. En este sentido, Canino puede alinearse con la ambivalencia moral retratada magistralmente por Passolini en películas como Saló, donde el intercambio de información nos obliga a adoptar la perspectiva del torturador mientras la cámara observa sus víctimas sin piedad. Con una distancia extraña e inquietante. No hay música, ni puesta en escena dramática, pero el espectador asiste a muestras inclementes de crueldad desaprensiva, hierática, recorrida por toques de humor negro y corrosivo, dentro de un universo absurdo pero posible.

En una parte de la película el retrato de la violencia adquiere una dimensión meta-fílmica: gracias a Rocky y a Tiburón, obtenidas al azar del chantaje, una de las hijas abre la puerta a un mundo exterior más allá de la familia, de su propio idioma, de su vivencia del sexo o de la violencia contenida que embarga a los habitantes de la casa. La desesperación de este personaje es casi delirante, como si las películas fueran la única salida posible para su cuerpo imaginario magullado por los dientes de un escualo o los puños de Stallone. La imagen de las hijas bailando una danza en honor a su padre, casi idéntica a la que 30 años atrás filmara Kubrick en El Resplandor, con sus cuerpos robóticos, desposeídos y desplazados de la realidad es una de las más conmovedoras de la película. Un film absolutamente imperdible y recomendable, una rara avis en el escuálido panorama cinematográfico actual, poderosa y repleta de significado que demuestra, además, cómo se puede hacer una obra maravillosa con muy poco presupuesto. Lástima que Canino termina de modo tan abrupto, pues la acción se interrumpe en pleno apogeo dejando la resolución al espectador. En ese momento le dan ganas a una de pedir la devolución de los 7 euros. A pesar de que esto me produjo una enorme rabia, he de reconocer que mereció la pena. Solo se ha distribuido en algunos cines, en versión original y en pocas ciudades españolas. Muchos tendrán que esperar al DVD o pedirla prestada a algún internauta. Sea como sea, no se la pierdan.

24 comentarios en “Canino (Kynodontas), de Yorgos Lanthimos

  1. Esta película ocupa el número uno de mi lista de pendientes. Cómo has enlazado la trama del film con el mito griego de la caverna, me parece maravilloso. Adoro el cine raro.

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  2. Una de las mejores críticas/análisis que he leído sobre CANINO. Y te aseguro que he leído bastantes.

    Me alegra que te pareciera interesante. 🙂

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  3. Vimos la misma película, BABEL; y me alegro muchísimo. Me pareció ‘diferente’ y eso para mí ya es mucho. Siempre tiendo a exagerar -especialmente cuando me gustan las cosas- y creo que ‘Canino’ se convertirá en una película de culto. Me recordó mucho, como a tí, a Haneke, quizás más a ‘Fanny games’ que a ‘La cinta blanca’, y a ‘El resplandor’, del gran Kubrick, por supuesto. Es una película en la que parece que no pasa nada y suceden muchas cosas. Hay que imaginar, claro está. La escena del cuchillo es sensacional. Si estamos en la caverna, sin conocer el mal, sin que lo de fuera nos afecte, de dónde sale la violencia?

    Te felicito por el post. Queda claro que has visto muchísimo cine, BABEL. Es una lección en toda regla. Gracias y hasta pronto. Un beso.

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  4. Creo que es de las entradas que he leído en este blog que más me han gustado. Fantástico. Pues sí, habrá que pedirla prestada, que menuda pinta tiene.
    Saludos.

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  5. Fantástica reseña. Sin duda logras que la película resulte interesante, pese al final abrupto que comentas. Habrá que buscarla por ahí.

    Saludos 😉

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  6. Muchas gracias a todos. Carles, Deme, Licantropunk, Fantomas, si la veis solo espero que os guste y no me linchéis luego por la recomendación… je, je. La película parece que está pasando bastante desapercibida, la escasa distribución (6 o 7 copias) y que no se haya doblado supongo que también ayuda. Eso y que formalmente se sale bastante de los parámetros habituales de lo que se estrena.

    Jordi, está muy bien eso de ver la misma película y entrar al debate, porque en unos días podré leer la tuya, supongo. Funny Games, pues sí señor. Gracias y un beso para tí tambien.

    Alberto, Crowley, muy agradecida.

    Charly, a ver si puede ser, Bs!

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  7. Buf!!!
    Que ganas de verla….
    me quedban peliculas por ver y esta la he ido retrasando pero ya veo que la tengo que poner la primera de la lista después de leer a Jordicine y a ti
    gracias por el comentario, nos leemos

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  8. Excelente post! tengo muchas esperanzas puestas en esta película. Después de leerte tengo aún más ganas de verla si cabe.
    Saludos!

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  9. Excelente reseña, mis felicitaciones por ella, Babel. También, como comentaron más arriba, me pareció eficaz la comparación con el mito de la caverna.

    Ciertamente, no es una película apta para todo tipo de público, en especial para los que gustan de un cine más comercial. Pero para los que buscan salir de lo convencional es una muy buena propuesta de cine independiente y de bajo presupuesto donde el principal punto a favor reside en su línea argumental. Y ¡vaya!, que no es un aspecto para despreciar en los tiempos que corren.

    Lo que sigue contiene SPOILERS, por lo que conviene que NO SIGAS LEYENDO si no has visto aún la película.

    Es una película que invita a hacer comentarios después de haberla visto. Dejando de lado el nudo principal, que en líneas generales podemos definir como la manipulación de la realidad por parte de un grupo dominante por sobre un grupo dominado (la metáfora del adiestramiento de perros es casi un resumen del argumento, presente desde el título mismo), me gustaría quedarme con pequeños datos aislados que sirven para interconectar escenas aparentemente inconexas.

    Pongo por caso el teléfono. Al principio, la hija menor se refiere con el nombre de “teléfono” al salero, cosa que es tomada por todos en la casa con total naturalidad. Luego vemos que la hija mayor espía a su madre cuando habla por teléfono creyendo que habla consigo misma. Más adelante (después de haber visto las películas) la hija mayor “simula” hablar con el padre como si fuera por teléfono pero sin el aparato, incluso parece repetir algunas frases tal vez escuchadas a su madre (“apaga el robot”, o algo así). Ya no cree que la madre hablase consigo misma sino que lo hacía con el padre. Al final de esa escena, repite un diálogo de la película Rocky (“Sr. Balboa, el Sr. Creed por teléfono”). Es evidente que ya sabe que un “teléfono” no es un “salero”. Por último, ella misma prueba hacer una llamada.

    Otro hecho significativo: Nadie en la casa tiene nombre propio. Se hace más patente cuando la hija mayor le pide a su hermana que la llamase “Bruce”. La hija menor ni siquiera tiene conciencia de lo que un nombre significa (elige para sí “espalda” o algo así). Una vez le preguntaron a Alejandro Dolina (escritor y conductor de radio, alguien a quien admiro) por qué no se conoce el nombre del famoso perro de Pavlov (y vuelvo a conectarme con perros). Respondió más o menos así, seguramente con mejores palabras: porque es probable que no tuviera nombre, ya que sólo ponemos nombre a lo que podemos tomar cariño. Pavlov fue especialmente cruel con la experiencia de reflejos condicionados que hizo famoso a su perro.

    Otro detalle, también comentado anteriormente: a pesar del ambiente artificialmente edulcorado, la violencia está latente y surge casi de forma intempestiva (la hija mayor le hace un corte con un cuchillo en el brazo a su hermano, la hija menor también tiene un vendaje —creo que en la película no se ve cómo fue que se lastimó—, la hija mayor tiene una cicatriz en el hombro —se ve cuando le pide a su hermana que se lo lamiera e intuyo que el primer plano es adrede—, la hija menor le pega un martillazo en la rodilla a su hermano —¿por celos?).

    Un detalle más. Los hijos tienen conciencia de lo que es la mentira. El hijo le miente a Christina cuando le dice que sabe lo que significa la palabra zombie y vuelve a mentir cuando le dice a su madre que se la oyó decir a su padre; la hija mayor oculta a sus padres los favores sexuales que proporciona a Christina y lo que ella le da a cambio, mira las películas a escondidas. Sin embargo, nunca se cuestionan que los padres pudieran llegar a mentirles y aceptan su palabra como LA verdad.

    Sí me encantaría saber si sabes a qué película hace referencia en la línea que cita la hermana mayor luego de haber tenido sexo con su hermano.

    Muchas cosas más, de verdad que es una película para comentar un largo rato después de haberla visto y eso es lo que más rescato de ella. De las mejores que vi este año.

    Un saludo afectuoso desde Argentina.

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  10. Brutal, la acabo de terminar y sí, es de esas experiencias que no se borran facilmente. El padre es un conductista con todas las letras, un creyente en la omnipotencia del estímulo, y del educador.
    Decía Watson que a un niño él podía moldearlo de la manera que quisiera (como hacen en la película los entrenadores de perros) pero el detalle que nunca tuvo en cuenta es que los estímulos pueden surgir de cualquier lado imprevisto, con consecuencias inesperadas. El padre quiere mantener protegidos a sus hijos, implantándoles miedos, y la película demuestra que eso es imposible. El ser humano percibe estímulos a muchos niveles, incluso inconscientes, y ahí el mayor error de Watson.
    Las explosiones de violencia surgen desde el nivel más básico, como una expresión visceral de la angustia por saberse encerrados, o frustrados sexualmente (el hombre es el único de los hermanos que en un principio tiene derecho a la sexualidad!)
    El final abierto a mí también me dejó con ganas de saber qué ocurriría después, pero quizá termine ahí porque lo último que quería demostrarse es el fracaso final del padre.

    Es grande Kynodontas, y seguramente crezca con nuevos visionados.

    Gracias por dármela a conocer Babel!!!

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  11. Impresionada por el nivel de profundidad de los comentarios de quienes ya la habeis visto, y muy agradecida por vuestro gran aporte a este blog. Hay algunos detalles que comentais que se escapan por el hecho de haberla visto solo una vez, pero en cuanto salga en DVD o por otro medio volveré a verla, esta vez con más detenimiento y, seguro, como apunta Diego, podremos sacar más conclusiones y aspectos que en un primer momento pasaron casi desapercibidos.

    A los que no la habéis visto todavía, no os la perdais. Gracias y saludos a todos 😉

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  12. me gusto mucho la manera en la que dices que tuviste que voltear la cara para no ser cómplice, yo también lo hice creo que hasta respingue en algunas esenas,

    me gusto mucho lo que acabas e escribir
    (Y)

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  13. Wow, reflexión buenísima (y sorprendente) sobre «Canino». Yo no había pensado en la Caverna. Yo vi «Canino» hace una semana. Acto seguido escribí una entrada (http://palabradepezabisal.blogspot.com/2010/09/canino-1-introduccion.html)y ahora estoy preparando una segunda reflexión más pormenorizada, con una hipótesis que defiende que «Canino» habla de nuestra sociedad desarrollada en términos democráticos. En fin. Un buen lío. Y es que «Canino» tiene mucha miga que cortar.

    Un saludo,

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  14. Muchas gracias por la reseña, me ha ayudado mucho para un examen de filosofía. Gente como tú hace el mundo más fácil. Gracias. Me han encantado las comparaciones que has hecho con el mito de la caverna.

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