Gainsbourg, vie héroïque (Joann Sfar, 2010)

Primer largometraje de Joann Sfar, quien cuenta con amplio reconocimiento en el mundo del cómic por la serie El gato de rabino o La mazmorra. Se trata de un biopic del cantante Serge Gainsbourg, polémico artista icono del pop francés, subversivo y provocador que conmocionó a Francia en su día con sus temas escandalosos, estilo innovador y despreocupada alegría de vivir.

El relato de Gainsbourg, judío de origen, comienza siendo niño, durante la ocupación alemana de las calles de París, época en la que ya comienza a despuntar su precocidad y controvertido carácter. Continúa en su etapa juvenil, cuando su amor por la poesía y la pintura le movían hacia una vida bohemia con pocas perspectivas de futuro y culmina en una tercera fase, cuando abandona la pintura, dejándose embaucar por los cabarés transformistas de los años 60. Es entonces cuando comienza su carrera artística a la vez que mujeriega y provocadora.

Cuenta entre el reparto con Eric Elmosnino como Gainsbourg, de asombroso parecido con el artista, y la modelo Laetitia Casta en el papel de la mítica Brigitte Bardot, quien no lo hace nada mal para mi sorpresa, mientras Lucy Gordon interpreta a Jane Birkin, con quien Gainsbourg grabó su famoso tema «je t´aime… moi non plus», polémico en su época por estar inspirada en la figura de Brigitte Bardot  e incluir en ella sonidos simulados de un orgasmo femenino.

La historia está narrada a modo de cuento un tanto desconcertante para el espectador que espere ver un biopic al uso. Para comenzar, la película introduce desde el primer momento un personaje animado a modo de caricatura del artista que simula la conciencia del protagonista, un alter ego, y Lucien Gansbourg, quien más tarde adoptará el nombre de Serge Gainsbourg pasa largos minutos conversando con su doble imaginario. La estética es elaborada, surrealista y por momentos evocadora del más puro estilo Jeunet en numerosos planos, cosa por otra parte comprensible si tenemos en cuenta los antecedentes de Sfar en el mundo del cómic y el gusto del dúo Jeunet-Caro por este tipo de composición.

Pero los referentes más interesantes de la película, además del estético, no son otros sino el cine francés contemporáneo al propio Gainsbourg, ya que la película encierra un radicalismo formal considerable, esa técnica tan espontánea y fresca en la que la libertad narrativa prima por encima de cualquier convencionalismo que hizo suya de modo absolutamente innovador la Nouvelle Vage. Se trata de una visión personalísima del director y guionista, basada en un cómic escrito por él mismo y no de una verdadera biografía, donde prima el naturalismo y la fantasía del personaje de Gainsbourg, que probablemente desoriente quien vaya a contemplar  un relato objetivo de la vida del personaje tal como lo encontraría en la wikipedia pero en imágenes. Tan poco convencional, por ejemplo, como en su día lo era narrar una historia policial del modo que Godard lo hacía en Pierrot le fou.

La voluntad del director es presentar la figura de Gainsbourg tal como el lo ha imaginado y nada más.

Defecto o virtud, según se mire, porque mientras pasan casi volando algunas etapas de su vida y otras son directamente suprimidas, el autor recrea convenientemente aquellas de las que puede obtener mayor filón narrativo. No son ni los momentos más conocidos por la propaganda mediática de la época (como el origen de la controvertida canción, de la que solo escuchamos hasta la segunda estrofa) ni los distintos artistas como Juliette Greco o las referencias rapidísimas a Françoise Hardy o J. Hallyday, que pasan en un plis por delante de nuestras narices, los que centran el relato, porque son presentados como si no tuviesen la menor importancia dentro de lo que Joann Sfar pretende contarnos. Staf quiere a su personaje, a su mundo, su imaginación y sus deseos por encima de todo. Y parece oponerse a contar la historia que casi todos conocemos de antemano, para él  carece de sentido relatarla de nuevo con los parámetros tradicionales de cualquier biopic. Gainsbourg, una vida heroica supone una regresión al cine francés espontáneo, a la absoluta libertad creativa, a la experimentación y, lo más importante, al cine como juego constante que se atreve a  cuestionar sus límites frente a otros medios. Nadie podrá estropearnos la película, del mismo modo que nadie puede estropearnos contemplar una obra de arte aunque conozcamos de antemano en qué consiste y todo su proceso creativo. Cine francés en estado puro y, en mi opinión, el resultado es sobresaliente..

8 comentarios en “Gainsbourg, vie héroïque (Joann Sfar, 2010)

  1. Babel

    Wow. Tenía tantas ganas de verla como miedo a decepcionarme, aún cuando el trabajo del artista gráfico Joann Sfar me gusta mucho. Pero después de leerte, creo que he perdido ese miedo (me impresionó el parecido de Lucy Gordon con Jane Birkin (y hasta un aire de Charlotte le vi). Qué bueno que no sea un biopic típico, o eso pienso.
    Ahora sólo resta esperar que algún día llegue a las pantallas de este país.

    Gracias por tu reseña

    Un beso

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  2. ESTUPENDO BABEL, PARECE QUE LA AUTORÍA QUEDA CLARA Y QUE ADEMÁS SABER, A MODO DE ADVERTENCIA, QUE SE TRATA DE ALGO LIBRE Y SUBJETIVO, PUEDA AYUDAR. NO ME GUSTAN LAS BIOPICS CONVENCIONALES PERO TAMPOCO EXCENTRICIDADES COMO «I´M NOT THERE» QUE ME PRECE QUE SE ALEJAN TREMENDANENTE DE LO QUE TIENEN QUE ABORDAR.
    PUES PARECE BUENA RESOLUCIÓN LO DEL PEPITO GRILLO ANIMADO, VEREMOS QUÉ EFECTO REAL TIENE EN LA PELI. TIENE GRACIA: JUSTO AYER VI UN RATILLO DE ROGGER RABIT Y PENSÉ EN QUE HACÍA MUCHO TIEMPO QUE NO SE USABA ESE EFECTO DE IMAGEN REAL/ANIMACIÓN, QUE SI YA SAE HABRÍA PASADO DE MODA…
    BESOS

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  3. Marichuy, a mí me ha gustado mucho, espero que no te decepcione. Según leo googleando, parece que sí tendrá distribución en México, pero vaya usted a saber cuándo. Tengo que ponerme al día don Sfar, del que conozco más bien poco… un beso!

    Lapor, como sé que irás a verla, quedo pendiente de saber qué te parece. Estoy segura que le encontrarás muchos matices. Ya me dices, ok? Besos 😉

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  4. Genial reseña, Babel!!

    Es un cuento libre del autor (Joann Sfar) y así lo reconoce él mismo. Yo ya la he visto 3 veces y siempre le saco algo nuevo…

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  5. Es mi apuesta para este fin de semana. El sábado ví ‘Shrek’ con el niño, en 3D, por supuesto. Altamente recomendable, aunque la crítica la haya destozado. Esta semana hablaré de ella en el blog. Un beso.

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  6. ¿3 veces, Alberto? Coñe! Pero, si acaban de estrenarla! Ahora falta la reseña pues… Gracias por el elogio 😉

    Jordi, «Shrek» me espero a que vuelva mi hijo, que está fuera. Me pasaré por tu blog a leer tu opinión. Un beso.

    Jorge, a Miereia creo que le va a gustar. Tú, pues ya me dirás… Hasta pronto!

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