Pagarás el cine con el sudor de tu frente

La asociación de consumidores  Facua-Consumidores en Acción ha realizado, durante el segundo semestre de 2009, un estudio de campo sobre el precio de las entradas de cine en diversas capitales del mundo. Para llevarlo a cabo se han comparado 419 salas pertenecientes a 118 ciudades de sesenta países repartidos por continentes.

Analizando como único factor el precio, la entrada más cara la pagan los japoneses que viven en Tokio, a quienes les llega a costar 14,33 euros la broma durante el weekend. En el otro extremo estaría Managua, cuyos habitantes solo abonan 1,99 euros por pase.

Claro que no es lo mismo el poder adquisitivo y el coste de la vida en Japón que en Nicaragua. Por eso, resulta más interesante analizar los números tomando también como referencia cuánto le cuesta de ganar a un trabajador en los diferentes países.  Si tenemos en cuenta este dato, ni unos ni otros salen especialmente desproporcionados, pues los más sangrados en la taquilla son los pekineses, ya que el precio a pagar por el espectáculo equivale aproximadamente a dos horas y media de su jornada laboral. A tenor de este factor, que sitúa las cosas de manera mucho más objetiva, otras ciudades donde sus habitantes pagan el cine con mucho sudor de su frente son Caracas, Ciudad de México, Bucarest y Sofía. En el otro extremo, donde menos horas de trabajo son necesarias para costear la entrada es en Copenhague, Nueva York, Luxemburgo, Berlín o Zurich, ya que el equivalente en trabajo se situaría por debajo de la media hora de la jornada laboral, a pesar de que sus entradas sean sensiblemente más caras.

Teniendo en cuenta solo Europa, el precio medio de una entrada varía hasta un 183% de un país a otro. Madrid se coloca en el puesto 21 de las 44 ciudades analizadas, justo por detrás de París y antes que Londres. En Europa, los cines más caros son los de Zurich, seguidos de los de Oslo, Berna, Helsinki y Copenhague, y los más baratos los de Belgrado, Vilna, Sofía, Riga y Bucarest.

Todos estos datos están referidos a una entrada normal durante un fin de semana, porque si nos ponemos a ver el precio para una proyección en 3D, en Abu Dhabi (Emiratos Árabes) nos pueden soplar la friolera de 18,54 euros, mientras que en Quito solo pagaríamos 3,74. En América, las salas con los precios más elevados en fines de semana son las de Nueva York, Caracas, Toronto, Ottawa y Sao Paulo, y más baratos en Managua, Asunción, El Salvador y San José.

Pero vayamos a las diferencias que existen en España de una ciudad a otra a la hora de pagar una entrada, diferencias que persisten si lo que queremos es ver la película en 3D. Según se desprende del estudio, si vives en Barcelona pagarás una media de 7,26 euros -según cines, puede llegar a superar los 8 euros-, mientras que si resides en Teruel sólo te costará 3, alrededor de un 140% más barata. En cuanto a las películas en 3D los precios van -siempre refiriéndonos al fin de semana- entre los 6,50 euros de Zamora y Ciudad Real y los 10,50 de, otra vez, Barcelona. Una, que ha vivido en la ciudad condal unos cuantos años, puede asegurar que tal vez allí en algunos sectores se pueda cobrar un salario un poco más elevado que en otros sitios de nuestra geografía, pero solo en algunos y solo algo más, ni por asomo para tan sangrante diferencia. Por no entrar en el coste de bebidas y palomitas que seguramente acompañen la fiesta -sustancialmente mayor que, por ejemplo, en Valencia, os lo aseguro-, a lo que hay que añadir el precio del transporte público para llegar o tarifa de parking si te llevas el coche, también más elevados. Porque si se te ocurre dejarlo mal aparcado, la grúa llega en un plis y, al menos hace unos años, venía directamente con guripa incorporado al servicio. Vamos que, en un visto y no visto estaban allí plantados, bajando de la camioneta, y mientras uno te ponía la multa el otro te echaba el cepo, en el tiempo de una meadita.

En la web de Facua encontrareis todos los detalles y la tabla de resultados de este interesante estudio.

11 comentarios en “Pagarás el cine con el sudor de tu frente

  1. Qué curioso que no haya ni una mención para India, que tiene las entradas más baratas del mundo. Tengo entendido que con un tercio de euro tenés una linda inyección bollywoodense, de quizá unas tres horas!!! Eso sí es cine pensado como un espectáculo popular.

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  2. Hola Babel

    En México una entrada al cine en la mejor cadena (un multiplex nacional, cosa rara en este país, Cinépolis), cuesta 62 pesos mexicanos (siempre que no sea sala 3D ni pantalla IMAX, donde el costo es mayor), que equivalen al tipo de cambio de hoy a poco menos de 4 euros. Barato comparado con los 7/8 euros que les cuesta a ustedes, pero caro para México pues ese precio es superior a un día de salario mínimo en zona cara (la Ciudad de México y zonas turísticas portuarias como Cancún o Acapulco). Y claro, por eso en México sólo la clase media va al cine, mientras el resto de los consumidores se dedica a la compra de películas pirata que cuestan el equivalente a un euro. Mal negocio para el cine, pero un fenómeno entendible desde el punto de vista del poder adquisitivo del grueso de la población.

    Un beso

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  3. Marichuy, me dejas boquiabierta: ¿dices que el precio es superio al salario medio de un día? Es escandaloso. Luego le echan la culpa a internet si la gente no va al cine, pero si es un lujo que la mayoría no se puede permitir. Con el dato que aportas se entiende perfectamente dónde está el problema, al menos allí.

    Diego, es verdad, no hay datos sobre India en ese estudio. Pero supongo que tienen que hacerlo asequible para dar salida a la ingente producción que tienen.

    Saludos 😉

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  4. Acabas por no entender nada. Yo soy de los que pago más para ver lo mismo. Lo tengo claro. Igualmente te digo que, tal y como está todo, las entradas de cine tampoco me parecen caras del todo. Y lo bien que nos lo pasamos? Un beso, BABEL.

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  5. Pareces un tanto cabreada al constatar las diferencias en España o me lo parece a mí? Creo que lo más sangrante es que en provincias pequeñas el cine es barato, pero la selección de la cartelera limitadísima, al menos en BCN o MDD el sobrecoste se compensa con la variedad (aunque hay que decir que los cines más caros son los de los centros comerciales; yo qugo con mis Verdi + carnet de biblioteca de lunes a jueves 6€. Y los findes 7 y algo)…..

    El paraiso, sin duda NY: cine barato y salas a tutiplén…………..

    Nos leemos!!!

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  6. Jordi, la verdad es que aquí se lo puede permitir la mayoría, y seguramente el problema esté más en que muchas películas no llegan o lo haen tarde, cuando ya están en DVD fuera. Pero como bien dice Wood, se pasa bien y cuando se sale se comenta y se hace la última… o no.

    Sesión, ahí llevas toda la razón. Valencia, que no es tan pequeña, solo tiene abierta ahora una sala de ese tipo (más menos como los Verdi, que los conozco bastante bien). Imagino la situación en otros lugares con menos espectadores potenciales. Seguramente una posible solución sería más salas públicas tipo filmotecas o cine clubs, donde las miras no sean la rentabilidad económica de una empresa privada sino la difusión desde una perpectiva de inversión cultural pública, como se hace en otros ámbitos. Pero no existe esa cultura por parte de los poderes correspondientes, al menos hoy (¿Cabreada???? no! solo me parecen abusivas las diferencias, porque el poder adq de unas ciudades a otras no varía tanto, creo)

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  7. Más que inversiones públicas en salas para cine minoritario o contracorrientero yo diría salas digitales en Internet. webs desde las que encargar los titulos que uno quiera, para ver donde y cuando quiera. Eso sí que sería un acceso universal!!!!! Sólo haría falta un ADSL un poco decentito y hala!!! a ver todo el cine del mundo desde Madrigal de las Altas Torres o desde donde sea!!!!!

    Eso sí, el debate en vivo después de ir al cine que no nos lo quiten!!!!

    Nos leemos!!!

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  8. Sesión , síííí!, sería ideal, poder ver lo que quieras en estreno sin más intermediario que el que la distribuidora cuelgue el pase en internet. Pero se daría de narices con los intereses de esas distribuidoras, algunas de ellas propietarias o accionistas de las salas multicine. Primero porque tendrían que reconvertir sus negocios, aunque eso ya van a tener que hacerlo paulatinamente con la implantación del 3D. Y porque una parte importante de sus ingresos (hay webs que afirman que hasta un 40%) proceden de la parte hostelera: palomitas, refrescos y demás, productos de coste bajísimo y elevado precio comparado con el margen del coste de exhibición de la película. En sus intereses estaría el primer muro a la idea.

    Otra consecuencia sería que los cines tenderían a proyectar películas en alta tecnología para atraer demanda, y perderíamos la pantalla grande para otro tipo de películas. Y esas pelìculas más minoritarias, que hoy pasan por las salas como la visita del médico, probablemente dejasen de proyectarse (el colmo sería que para no perder la tradición de ir al cine, se subvencionasen con dinero publico las grandes productoras…) Que no nos quiten el debate en vivo, pero tampoco el gustazo de ver la película en pantalla grande. Por tanto, creo que lo que dices estaría fenomenal, pero implicaría un cambio en mentalidad que hoy está lejos de hacerse realidad. Y si se pusiese en marcha ahora mismo perjudicaría, a medio plazo, como yo lo veo, precisamente al cine más pequeño e independiente. Si el Cine fuese culturay no un negocio de multinacionales como lo es hoy día, tu propuesta puede que ya la hubiesen puesto en marcha.

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