¿Precuela?

Se llama precuela, protosecuela o tambien presecuela a una obra, ya sea una película, historieta, serie de televisión, videojuego, novela, etc., creada después de una entrega original que tuvo éxito, pero cuya referencia cronológica se sitúa en el pasado, generalmente desvelando las causas o los orígenes del argumento de la primera entrega. Ninguno de los tres términos aparece registrado en el diccionario.

A modo de ejemplo, en la conocida serie cinematográfica que comenzó con La guerra de las galaxias (Star Wars: Episode IV – A New Hope, George Lucas, 1977), La amenaza fantasma (The Phantom Menace, George Lucas, 1999) se la ha denominado precuela, pero en cuanto a su producción y comercialización es una secuela. El cine viene recurriendo a este tipo de películas al menos desde 1948, cuando se adaptó Another part of the Forest, una obra de teatro de 1946 que narraba los antecedentes de La loba (obra de 1939 llevada al cine en 1941). –Fuente, Wikipedia

La palabra precuela es un neologismo copiado del inglés prequel (término que apareció impreso allá por 1958 en un artículo de Anthony Boucher en The Magazine of Fantasy & Science Fiction, según el Oxford English Dictionary). Secuela deriva del latín «sequela», y ésta a su vez del verbo sequor, «seguir», no existiendo en esta lengua el término prequela ni un verbo «prequor». Para el castellano se han propuesto también los términos presecuela, de pre- (lat. prae, «antes») y secuela (a su vez del latín «sequela», secuela) y protosecuela, de proto- (del griego πρωτο; el primero, el principal,). Ninguno de los tres términos aparece en el Diccionario de la Real Academia Española, que tampoco registra la acepción secuela para referirse a una obra de ficción. La construcción de protosecuela y presecuela sigue un mecanismo habitual en el uso de la lengua española, aunque el significado que se desprendería de sus componentes no se corresponde exactamente con el fenómeno referido: protosecuela o presecuela, significarían literalmente primera secuela o lo anterior a la secuela, cuando en realidad lo característico de estas producciones es que narran los hechos anteriores a una historia y no a sus secuelas.

El origen del planeta de los simios es un entretenido film para pasar una tarde de cine familiar, sin más pretensión que acompañarlo de una buena tonelada de palomitas. La curiosidad la motivó el que absolutamente todas las críticas leídas a raíz del estreno califican la película como precuela. Pero hay que hacer un ejercicio de imaginación suficiente para afirmar que se trate de una precuela del original El planeta de los simios, de  Franklin J. Schaffner, 1968, en el sentido que se pretende con el palabro, más allá de la intención comercial del título.

13 comentarios en “¿Precuela?

  1. Es evidente, compa Babel, que el enfoque de esta peli como precuela tiene una intencionalidad comercial clara, eso no te lo discuto; pero también creo que, desde el punto de vista argumental, esa condición la ostenta con toda claridad (y la secuela que su final ya deja bien a las claras que se hará, también; será «el eslabón perdido» en ese aspecto). Por cierto, muy curioso (e ilustrativo) tu análisis etimológico previo; me ha encantado…

    Un abrazo y buena tarde.

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  2. «Precuela» suena horroroso.
    «Presecuela» sería para antes de la «secuela» y no previo al original.
    «Protosecuela» está en el mismo caso.
    «Precedente» sería el término correcto.

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  3. Manuel, gracias. Decir que la precuela ya la hizo en el 72 J. Lee Thompson, La rebelión de los simios, donde ya aparecía el simio Cesar, hijo de los simios parlantes Zira y Cornelius, en un mundo donde los monos se han convertido -gracias a la ciencia y la escasez de otros bichos- en esclavos sirvientes de la raza humana o en meras mascotas para el entretenimiento. Cesar ya dirige allí una coalición simia que comienza a comprender que inteligencia es igual a poder. Al final cambian las tornas, hasta fundar una nueva civilización dirigida por simios que acabará por relegar la de los humanos.
    La precuela de El planeta de los simios (1968), pues, ya estaba hecha; la que se estrena ahora es, en todo caso, un remake de la del 72, bastante más currada y con más medios, que como bien dices huele a primera entrega de serial futuro, siempre que la taquilla acompañe, claro. Porque eso de que la rebelión de los simios consista en cruzar un puente -acompañado por las obligadas escenas-espectáculo de coches de policía por los aires, etc, etc- con el único objetivo de llegar a un bosque, pues además de no ser demasiado emocionante, tampoco conduce necesariamente al inicio de la del 68, un planeta dominado por simios donde los humanos viven en la selva y carecen de la capacidad de la palabra. De ahí mis interrogantes en cuanto al argumento.

    Y sobre la palabra precuela, pues sí, Sonia, estamos de acuerdo, suena francamente mal.

    Saludos 😉

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  4. El enfoque de tu texto, centrado casi exclusivamente en el palabro (yo tb uso esa expresion) «precuela» es lo que me tiene obsesionado. No te lo tomes a mal ni me malinterpretes, pero me he emocionado ante un texto que, ciertamente, hubiera suscrito personalmente sílaba a sílaba. Parece increíble que exista semejante sincronía paralela.

    Y por cierto: tú y yo sabemos, ahora que no nos lee nadie, que la película, a pesar del peaje de las palomitas, no es mala. Y luego, en la soledad del comedor, recreaste la mítica escena final del filme de Schaffner.

    Comunión de conceptos, intereses y gustos.

    Una de tus mejores entradas babel, te lo aseguro!!!!!

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  5. Creo que no es un precuela: un remake en realidad, aunque no sé si el argumento será el mismo (supongo que será parecido). Pero veo que ya lo has apuntado en uno de tus comentarios. Espero al menos que no sea tan mala como la que hizo Tim Burton. Y a propósito de secuelas, Ridley Scott está rodando la de «Alien» y se está preparando la de «Blade Runner». Pues eso, espero que no nos dejen secuelas… en el imperecedero espíritu cinéfilo.
    Saludos.

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  6. José Ángel, pues muchas gracias. Te confieso -ahora que no nos lee nadie- que el enfoque del texto viene condicionado -en parte- por una enorme vaguería veranil a ponerme con una reseña cinéfila más o menos seria. De todas formas, la película tampoco se prestaba a los contenidos habituales del blog…

    Licantropunk, la película está bien como espectáculo. Superar lo de Tim Burton, que sí la supera, no era difícil, que más que secuela se podría tildar de lastre en la carrera del director: ¿su peor film?

    En unos días nos leemos, de vuelta… Saludos 😉

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  7. La verdad es que no la he visto, pero me da que esto de las precuelas o como carajo las llamen. Una manera mas de sacar la pasta exprimiendose lo menos posible la cabeza. Saludos y sinceramente, dudo que la vea

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  8. Próximamente debería dedicarle una entrada a otro neologismo cinematográfico que va más acorde con esta clase de películas: «reimaginación». No me parece que El Planeta de los Simios: Revolución (como la titularon acá por América Latina) sea un remake de la del 72, sino una «reimaginación» del origen, considerándose así una nueva entrega distinta a todas las demás películas. Esto al menos de acuerdo al uso que se le viene dando a estos términos desde sus apariciones respectivas.

    La fallida película de Tim Burton del 2001 podría considerarse un remake ya que los elementos principales de la película del 68 están presentes, pero esta nueva película apenas toma unos elementos, como el nombre del simio y la rebelión en sí, y las usa de una forma totalmente distinta y fresca, en el sentido de que el enfoque de la historia se siente naturalmente original.

    Con respecto a a película misma, cosa de gustos. Personalmente la encontré muy entretenida y memorable, y el nuevo enfoque a la mitología da para rato. Tengo la sensación de que el redactor de esta publicación la está denigrando simplemente porque en la prensa y el marketing se hablan de ella usando sobremanera palabras como «remake» o «precuela», que tanta mala fama han ganado por culpa de muy malas películas en la última década. Pero ese es otro tema, me parece interesante seguir debatiendo sobre vocablos en el mundo del cine (abarcando todo, desde el arte en sí, hasta el marketing) de una forma parcial.

    Mi humilde aporte. Genial blog.

    P.D.: Un ejemplo clarísimo de «reimaginación» es el Batman de Christopher Nolan.

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  9. Ya he vuelto a poner el marcha el blog… con nueva dirección. He perdido varios meses de 2011 pero todo lo demás ahí está.
    Así que seguimos en contacto a través de los blogs.

    Mucha gente me ha comentado ya la sorpresa que le ha supuesto esta peli. Aunque yo no soy muy amante de las precedentes… (ay, que no me caiga lluvia de collejas).

    Sí que me ha parecido nostálgica y mágica Super 8.

    Besos

    Hildy

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  10. Plared, pues está entretenida, sin pretender más…

    ManusiYo, bienvenido. Muy interesante tu comentario, pero denigrarla, para nada. Menos aún por mera oposión a la corriente general. Es un producto que busca entretener y lo consigue. Sin embargo, no encontré algo que pretendidamente iba a ofrecer: las razones del comienzo de la del 68. Mucha espectacularidad para una escena final que no tiene porque suponer el comienzo de esa nueva civilización, ¿no?.

    Hildy, pues en unos días, en cuanto regrese, me paso por tu ciber-casa y te hago una ciber-visita. Super 8, nostálgica y mágica, y con los mismos ingredientes que antaño. Para bien… y para mal.

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  11. Después de leerte, sólo puedo decir que estoy de acuerdo conmigo… ¡Y eso que yo ‘compré’ lo de precuela. Jajaja. Me pareció una buena película. Todo está muy bien explicado y tiene mensaje. Algún personaje sobra, como el de la chica, que aporta más bien poco. La batalla final en el puente me pareció soberbia. Un beso y hasta pronto, BABEL.

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  12. El mismo caso ocurre con la famosa película «El exorcista». Se ha realizado la precuela de la misma, llamada » El exorcista- el inicio».

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