La Ventana (Carlos Sorín, 2008)

Confieso que tenía mis reservas a la hora de  pagar una entrada para ver el nuevo film de Carlos Sorín, porque si bien «Historias mínimas» me pareció una película pequeña -como su título- pero magnífica y de la que disfruté cada minuto, el segundo trabajo que tuve oportunidad de ver, «Bombón, el perro» me decepcionó sobradamente. Pero parece que con «La ventana» ha querido dar un notable giro estilístico optando por una puesta en escena de lejos mucho más trabajada, en la que no se limita al recreo aletargado de paisajes pampeños que en Bombón daba como resultado largos y soporíferos planos fijos a base de cámara puesta sobre el trípode, hay que suponer que a fin de lograr el retrato realista de las situaciones, pero a fuerza de dimisión en el trabajo de guión e incluso actoral (Sorín trabaja con elenco no profesional) en favor de evidenciar el máximo naturalismo -o de haberse ido a echar la siesta, vaya usted a saber-. Pues bien, todo esto no tiene nada que ver con «La ventana», película que sin abandonar el tono minimalista y personalísimo que constituye ya una seña de identidad de su cine, nos ofrece escenas mucho más elaboradas en las que la cámara se mueve cadenciosamente acercándose y alejándose de los personajes, que a su vez están trabajados con gran sensibilidad y atendiendo a los pequeños detalles que hacen atractivo un film de estas características: el piano que esconde tantos recuerdos de la infancia, la mujer buscando constantemente cobertura para su móvil a pesar de las circunstancias vividas, el afinador de pianos ayudando al anciano a ponerse las zapatillas, el plano de las manos del protagonista, la escena orinando en el campo o la conversación con el médico, por citar algunas -no todas- pequeñas joyas mediante las que va componiendo lenta y armoniosamente la película. El resultado es un film bellísimo que relata las últimas horas de un anciano cuyo único nexo con el exterior es precisamente la ventana de su habitación desde la que ve el campo, vínculo que separa la continuidad de la vida de la enfermedad que le conduce a la muerte. Mientras espera la llegada de su hijo, al que hace décadas no ve, rememora la infancia, el frágil recuerdo de sus afectos y las irremediables reflexiones sobre su soledad final. Sorín desmitifica la muerte presentándola como una parte del ciclo de la vida, nos muestra la vejez como un retorno a los buenos momentos disfrutados tantas veces fugazmente, el reencuentro con recuerdos escondidos en los pliegues  de la memoria y la necesidad de hallar en la naturaleza el impulso vital al final de una vida que se apaga.

Sin adjetivos para calificar la impresionante actuación de Antonio Larreta,  quien aporta innumerables matices al personaje. Escritor, guionista y actor uruguayo, al que debemos su colaboración en guiones de películas como «Los santos inocentes» o «Las cosas del querer», sin participar directamente en la idea de «La ventana» -que firma solo Sorín-, se entusiasmó con el guión y aportó muchos de los pequeños detalles que fueron conformando la película. Vale la pena sentarse y dejarse llevar por el delicado conjunto que ambos nos ofrecen, en realidad parece que en los 80 minutos nada sucede y sin embargo, imagen a imagen, alternando silencios y sutiles sonidos, están continuamente contando cosas. Una película hermosa, sencilla, que se disfruta a pesar de la primera pereza que pueda dar ponerse delante de un tema tan adusto como este. Ese logro solo puede estar al alcance de cineastas con mucho talento.



12 comentarios en “La Ventana (Carlos Sorín, 2008)

  1. Pel.lícula que tindré present, com tot el que exposes en el teu intressant bloc. Bones festes i t’espero amb ganes el proper NOU ANY. Petons, i moltes gràcies pel comentari deixat a Viatgeplural, m’ha agradat trobar-me’l.

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  2. Gracias por la recomendación. En estas fechas navideñas en las que los estrenos no suelen ser meritorios, tu entrada es una buena pista.

    Un saludo.

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  3. Cine de «El Ocaso». Este año me he topado varias veces con el tema, tanto en el cine («Gran Torino», «Up») como en el cómic («Arrugas», «El arte de volar»). He leído tu entrada y he pensado ¿qué películas he visto de Sorín?. La respuesta es: ninguna. Lamentable.

    Saludos.

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  4. Gracias Pablo; lo dicho: Feliz Navidad!

    Gemma, saps que m´agrada fer-te una visita de tant en tant, encara que no deixe cap comentari.. petons!

    Gww, es verdad, en Navidad la cartelera baja la calidad siempre. Pero también hay más oferta para los peques y eso aprovechamos algunos. Un saludo!

    Licantropunk: a Sorín hay que buscarle el momento. Y la cafetera, cerca.. Hasta pronto 😉

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  5. Aún no he visto nada de Carlos Sorín. Por tu reseña creo que es un momento ideal para echarle un vistazo a su «Ventana», sobretodo después de haberme tragado un par de pestiños comerciales: «Ninja Assasin» y «Avatar». A veces ir al cine puede ser muy duro. Jajaja.

    Un saludo!

    P.D: Disculpa que no te felicite las fiestas pero es que no las soporto.

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  6. Si me gustó «Historias mínimas» creo que esta también me gustará, aunque el tema parece más difícil de entrar. Parece de esas pelis que requieren un estado de ánimo previo ¿no es así?

    Nos leemos!!!!!!!

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  7. Kraven, es una película muy lenta, advertido quedas, pero hecha con gran sensibilidad y belleza. Como dices, hay que buscarle el momento. Hasta pronto!

    Sesión, si no vas predispuesto a lo que ves, es difícil de ver, pero creo que merece la pena. Felices fiestas, nos leemos en unos días 😉

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