Copia certificada, de Abbas Kiarostami

Con cuarenta títulos en su carrera cinematográfica, es la primera vez que Kiarostami saca la cámara de su tierra, Irán, para filmar una película en Europa, una película muy original que propone un juego cinematográfico realmente interesante. Lo primero que sorprende es el retorno a los elementos más convencionales de su cine, después de una última década con films como Abc Africa, Roads of Kiarostami o Shirin, donde el equilibrio casi perfecto entre narración y documental que mostraba en obras maestras como Donde está la casa de mi amigo o Close-Up, evolucionaba hacia un corte mucho más experimental en relación con las anteriores. Copia certificada es la historia de dos personas que se conocen en Italia: él acaba de publicar un ensayo en el que argumenta la legitimidad de la copia en cualquier obra de arte, que puede poseer, en ocasiones, tanto valor artístico como el original. Ella, dueña de un anticuario y madre de un hijo adolescente, acude a la presentación en una galería cercana a su casa. La acción transcurre en un solo día que tras conocerse pasan juntos caminando y charlando. Kiarostami emplea aquí un método inverso al resto de su filmografía en su estrategia narrativa. En realidad la película es una versión particular de Viaggio in Italia (o Te querré siempre) de Roberto Rosellini, pero Kiorastami experimenta con la copia utilizando una particular forma a la hora de narrar, porque en lugar de que el guión vaya resolviendo las dudas o elevar la tensión, una vez puestas las cartas sobre la mesa decide ir difuminando la historia para hacerla cada vez más confusa, para que el espectador comience a dudar de cuanto está viendo o escuchando hasta llegar a no saber qué es verdad y qué pertenece a lo ficticio, a los temores o deseos de los protagonistas.

La puesta en escena está en consonancia completa con esta idea principal, produciendo una sensación acuosa, como si la película se hubiese filmado a través de un espejo y  cuanto vemos en la pantalla es solo su reflejo y no la verdadera vida de la pareja. Para retratar los elementos del entorno, la cámara no nos ofrece el paisaje de Florencia en directo sino el reflejo en el parabrisas del coche, donde se distinguen a modo de transparencia las calles estrechas y los edificios monumentales del renacimiento toscano. Los personajes secundarios cumplen también el papel de reflejo de lo que fue o será la pareja en el futuro, de sus ilusiones truncadas o sus deseos por venir, de lo posible y lo real. Kiorastami hace además un uso excelente del espacio, a menudo llenando el fondo con otras parejas en las distintas etapas de su vida juntos.

De la ambigüedad de esta historia, auténtico reto para los actores, Juliette Binoche sale excelentemente librada. Sin embargo, no sucede lo mismo con William Shimell. Hay que decir que en realidad él no es un actor profesional, sino barítono de ópera, y si bien durante la primera parte de la película consigue una actuación correcta, dando un aire seductor pero distante al personaje, su falta de experiencia, a juicio de la que escribe, merma ocasionalmente el tono de la película. Hay una escena, hacia el final, en el que los dos actores están frente a la cámara, donde  la manifiesta rigidez de Shimmell es indirectamente proporcional al personaje vibrante y convincente que logra Binoche. La diferencia de calidad se acentúa a medida que transcurren los minutos, y claramente no está a la altura que logra el personaje femenino. A pesar de ello, el trabajo actoral es salvado por Juliette Binoche con una presencia contundente y radiante, capaz de lograr un personaje cálido y complejo que nos traslada a ese mundo entre realidad y fantasía pretendido por Kiarostami. Copia certificada funciona argumentalmente como una meditación sobre la naturaleza misma de las relaciones, con sus verdades y sus mentiras, sus apariencias engañosas, lo no dicho, malentendidos y esfuerzos en vano, el oprobio eterno. Y lo hace desde un apasionante juego narrativo, un juego de espejos donde va reflejando la vida de los personajes, real o imaginada. La escena del cartel de la película, cuando ella se mira en el espejo, no es en vano una de las más significativas. Una película arriesgada, atrevida y cargada de dobles significados pero que funciona, y que recupera ese cine cálido y poético, de planos largos, lentos y muchas veces contemplativos, pero siempre cargados de contenido tan característicos de la primera etapa de Kiarostami.

 

18 comentarios en “Copia certificada, de Abbas Kiarostami

  1. Hola Babel

    Muero por ver «Copie conforme». Y espero que esta vez los astros no se alineen en mi contra: el film está programado en la ya inminente 52 Muestra Internacional de Cine.

    Un beso

    PS Ya te contaré cuando lo vea, pero creo que me gustará.

    Me gusta

  2. Estuve leyendo hace unos días otras críticas igual de positivas sobre esta película, así que ahora mis ganas de verla han aumentado astronómicamente. Y claro, si está la gran Juliette Binoche de por medio, hay que disponerse siempre para un festín.

    Un saludo.

    Me gusta

  3. Desde que supe que estaría circulando unos cuantos festivales tengo ganas de verla. Es bueno saber que por lo que cuentas sigue el mimso Kiarostami de siempre. A ver cuándo se estrena por estos lados.Abrazos.

    Me gusta

  4. Esta tarde hemos «ido» a verla: en la cartelera salmantina han escrito este título con tinta invisible. Nos hemos conformado con «Pa negre» que, si recuerdo tu entrada, me ha gustado menos que lo que allí se contaba.
    Saludos.

    Me gusta

  5. Ayer la ví, y no sabia que iba a ver, preferí no leer nada de ella, y me sorprendió tanto que salí con la boca abierta. Estoy de acuerdo contigo en todo menos en una cosa, cierto es que Binoche está grande, immensa diria yo, aguanta plano y escenas como nadie (me recordó mucho a Scott-Thomas en Hace mucho que te quiero, hasta pensé que este papel también lo hubiera podidio haber hecho ella, no crees?) pero no estoy de acuerdo en lo que comentas de él. Su papel es difícil estando Binoche al lado y creo que augmenta progresivamente hasta casi ponerse a la altura de ella.
    Me recordó mucho a Antes del amanecer y a DOs en la carretera sin tener que ver nada una de las otras , y los planos secuencia de Kiarostami son perfectos.
    Me encantó!

    Me gusta

  6. hola!!!! lo primero comentar que qué cartel tan extraño para una peli de Kiarostami; y.. qué grande la Binoche.. No la he conseguido ver aun y por aquí penso volver nada más verla… ya sabes q no me gusta leer a priori nada relativo a la trama -incuso al tratamiento-, pero sí tus comentarios después, q enriquecerán la lectura de la peli.
    espero que me gustae Kiarstami es un cineasta por el que siento una cercanía total -he visto cortos, largos… casi todo- y «Dónde está la casa de mi amigo» me parece una obra maestra, que recuerdo con especial cariño.
    veremos qué pasa con esta historia ajena..

    *por cierto, en su momento, comentarte «La escafranda y la mariposa»? la vi hace poco y me gustaría leerla si la tienes hecha, me encantó.

    bueno, un beso

    Me gusta

  7. La verdad es que para un actor novel como William Shimell es difícil aguntar el tipo toda la película con la cámara pegada a la cara, compartiendo plano con nada menos que Juliette Binoche. No se trata de si está o no a su altura, es que no me gustó, le vi artificial, con falta de puch. Es el único «pero» que le veo a esta película. Los planos secuencia, ahora me acabo de dar cuenta que no he dicho nada sobre ello, una gozada, eso sí. Lástima que no esté el DVD para poner alguno ya por aquí.

    Lapor, pensé exactamente lo mismo que tú cuando vi por primera vez el cartel. Tienes que verla, es puro Kiarostami en sus buenos tiempos, como la que nombras, «Donde está la casa de mi amigo», que también es una de mis favoritas. De «La escafandra…» no hice reseña, tampoco de «Mar adentro». Sí, ya sé que las comparaciones son odiosas, pero en este caso inevitables. Quedo pendiente de tu reseña, a ver si le encuentro más algo más de lo que yo vi…

    Saludos a todos y gracias por vuestros comentarios 😉 Y, por cierto, la película está rodada en tres idiomas: francés, italiano e inglés. Impresindible verla en V.O., doblada seguro que pierde muchísimo

    Me gusta

  8. Licantropunk, da una rabia tremenda, estar sperando que estrenen una peli y luego se la «coman» en la cartelera de tu ciudad. Hazte con ella en cuanto esté «por ahí», creo que te gustará seguro, por lo que he podido leer en tu blog en alguna reseña que has hecho de Kiarostami.

    Me gusta

  9. No digo yo que sea mala porque tiene puntos bonitos y originales de verdad. Fuimos el domingo y a Mire le encanto. A mi se me escapaban los bostezos sin poderlo evitar de NINGUNA MANERA. Para gustos los colores.
    V´sss

    Me gusta

  10. ola! Por fin la vi.
    bueno, antes de nada, creo que -viendo el póster- he dado con un fallo de racord… ella se pone el pendiente después de haber entrado a la iglesia y haberse quitado el sujetador, no? No tiene importancia, es una cuiosidad. Al haber más que acciones detalles, todo llama la atención.
    Pues Binoche es, efectivamente, el peor de los enemigos para un actor inseguro, esta mujer tiene un don natural y es de una luminosidad tremenda, abrumadora, sincera.
    Y de momento sólo puedo decirte lo que busca -y yo creo que en gran parte consigue- la película me interesa. y que la comentaré en cuanto pueda, y así la podremos contrastar mejor, si te apetece. besossssss

    Me gusta

  11. Lapor, la Binoche tiene un encanto particular, de aspecto inocente y mucha sensibilidad, y hace un trabajo muy convincente, aquí y en otras películas. Para mí el fallo es poner a alguien con tan pocas tablas al lado de una actriz de este calibre, ahí creo que Kiarostami se ha equivocado, supongo que por darle un aire más natural al papel masculino, pero carece de la fuerza interpretativa necesaria al lado de ella. Lo del pendiente… qué observadora! no recuerdo muy bien, pero creo que se pone solo uno y el otro delante del espejo. Habra que estar atentos a un segundo visionado, a ver. La escena es genial: ella intenta recuperar el pasado; él, preocupado por el tren de las 9…

    Deseando estoy leer tu reseña sobre esta película, que por cierto te debo una visita detenida, se me acumulan los posts por leer con calma en tu blog (y en otros), pero ando escopeteada todo el día y cuando acabo, estoy muerta!. Me gusta estar al día de lo que publicais unos cuantos blogs y el tuyo está entre ellos, y si se tercia entrar en el debate que viene con los coments, pero ahora mismo me es imposible, como tampoco sé si podré mantener la regularidad aquí. Mira que me fastidia, porque me encanta todo esto, pero en fin, así son las cosas a veces. Así que te leo por encima y prefiero postergarlo a una lectura más detenida antes que poner un chorra-comentario-tipo, y cuando me vengo a dar cuenta ya lleváis dos o tres artículos…
    Que eso, que te debo esa visita, que además me apetece (que lo sepas) y que gracias por estar ahí, un saludo.

    Me gusta

  12. Pues sabiendo que él no es un actor de mucha trayectoria me parece más meritoria aún su actuación. Es el contrapunto frío al personaje mucho más pasional de (magnífica) de Binoche, aunque el director cede demasiado a los estereotipos de las parejas. Aunque si son estereotipos, por algo será. Muy bien definido el factor acuoso: esa irrealidad. Me gustó mucho, sí, pero esa frase la he quitado del final de mi entrada porque era dar demasiadas pistas 😉
    Saludos.

    Me gusta

  13. Gracias, Licantropunk. La reseña que has hecho de la película en tu blog es de lo mejor que he leído, te lo digo con total sinceridad, no merece modestia alguna. Ya he visto que has quitado la frase final… aunque solo alguien que ha salido encantado del cine escribe un texto como ese.
    Un saludo 🙂

    Me gusta

  14. babel. cuando quieras y te apetezca pásate por mi blog por fin he conseguido dar la «réplica». bueno, más bien apenas he añadido un par de apuntes ver si estás de acuerdo. bss

    Me gusta

Aquí puedes dejar tus comentarios y aportaciones... Siempre serán bienvenidos nuevos puntos de vista.