Plano secuencia (18): Joseph H. Lewis, Gun Crazy

«Convoqué a todo el equipo de rodaje para explicarles qué quería hacer: «Me gustaría empezar con una señal que diga ‘Bienvenidos a Hampton’, a una milla de la ciudad. Luego cruzamos la ciudad; el chico y la chica hablan, les hacemos entrar, atracar el banco; hacemos que ella tope con el policía en la calle; que hablen; ella le deja inconsciente; suben al coche y se marchan con el botín; salen de la ciudad, con una señal de ‘Está saliendo de Hampton’ a una milla. Y teniendo en cuenta todo el diálogo que hay en el guión, quiero hacerlo en una sola toma». Usamos la parte delantera del mismo Cadillac, pero de un modelo alargado, uno de ésos con más asientos traseros para poder llevar a mucha gente. Sacaron todos los asientos. El técnico de sonido estaba detrás con un equipo móvil. En toda la parte trasera de aquella especie de camioneta o autobús había placas engrasadas de contrachapado, de 2×12. Encima pusimos una cabeza de cámara sobre una silla de montar, y el operador iba sentado en la silla, y para rodar los travellings simplemente le deslizaban en silencio por esas placas engrasadas. Sujetos con correas al techo del vehículo había dos técnicos de sonido con micrófonos, y dentro del coche, pequeños micrófonos de botón que registraban todos los sonidos. Cruzamos la ciudad, y antes de rodar la toma les dije a Peggy (Cummins) y a John (Dall): «Vamos a ver, ya conocéis el objetivo de esta escena. No tengo diálogos porque no hay nada que escribir excepto las palabras que hay que decirle al policía. Éstas ya están acordadas. El diálogo que aportéis consistirá en lo que vayáis viendo. Entráis en una ciudad extraña y si hay gente en el camino, hablaréis de eso». Esos dos chicos eran maravillosos. Lo hicimos en una toma. Y a las 10 de la mañana ya habíamos terminado.»

*Extraído del libro ‘Cine Negro‘ de Taschen.

Parece increíble que una de las escenas más famosas del género se rodase con tanta improvisación. Estos días que han sido festivos he vuelto a ver «Pulp Fiction» y constantemente venía a mi mente, sin relación aparente alguna, el film de Joseph H. Lewis, Gun Crazy (El demonio de las armas). Seguramente poseen en común esa energía característica de las películas de género negro que se califican dentro de la serie B. La narrativa es simple: un chico (John Dall) obsesionado con las armas de fuego crece hasta convertirse en un experto tirador. Comienza a cometer delitos cuando aparece en su vida una mujer (Peggy Cummins), auténtica femme fatale de dudosa moralidad. El elemento femenino, de gran alcance en el género (se me ocurre ahora la leyenda de Bonny and Clyde) interviene en el rol de la película para desencadenar una narativa furiosa y rápida que no permite al espectador relajarse un solo momento. Travelings, picados, contrapicados y planos secuencia se suceden de modo realmente imaginativo. Y todo con un presupuesto minúsculo. Ahora me estoy acordando de La matanza del día de San Valentín, de Corman. Otra que hace demasiado tiempo no veo.

*Capturas extraídas de la web Noirestyle

 

10 comentarios en “Plano secuencia (18): Joseph H. Lewis, Gun Crazy

  1. Bargalloneta, seguro que el título en España, «El demonio de las armas» te suena. Creo que en el post no puse el año de realización, 1950.

    Licantropunk, la falta de la pela agudiza el ingenio, casi siempre…

    Gracias a los dos, un saludo 😉

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  2. Una película muy interesante que vi hace ya mucho tiempo y que tengo casi olvidada, pero tus imágenes me la han traído de nuevo a la mente. Lo de la silla de montar es demencial, jejeje, commo dice Licantropunk, ¡cómo se las tenían que apañar para lograr sus objetivos!.
    Un saludo

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  3. Una de mis pelis favoritas de siempre. Das en el clavo babel, de nuevo!
    El arranque con ese escaparate y la lluvia es tremendo.
    De la improvisación y de las obras maestras: soy de la opinión que hay cintas que parecen que se hacen solas, da igual si hay guión o no, la toma sale así de buena y punto (véase Casablanca y otras). El destino las guía para ser obras importantes. Esta es una de ellas.

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  4. Crowley, de imaginarse cómo la hicieron con las explicaciones de Lewis lleva a la necesaria conclusión de que este señor era un genio. Más de un contemporáneo podría tomar nota!

    Ethan, el plano de arranque y toda la primera parte, cuando desarrolla al protagonista de niño y adolescente, es para mi lo mejor de la película. Me alegro que coincidamos en gustos sobre cine clásico!

    Saludos 😉

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  5. También se lo he propuesto a lapor: me gusta la idea de haver una tríada crítica: ¿qué os parece chicas? ¿os apetece revisar la trilogía «Tres colores»? Cada uno comenta una y enlazamos a las otras dos….

    ¿Cómo lo veis?

    ¿Puedo pedirme «Blanco»?

    Espero vuestras reacciones…..

    Besitos mil!!!

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  6. Ah! Me parece muy bien, siempre que dejemos unos días, ahora mismo imposible. Dentro de unos diez días más o menos y ya andaré mucho menos agobiada de tiempo… A partir de entonces, cap problema! Y, puestos a pedir, me pediría «Azul». Besos!

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  7. Nunca me olvidaré de «Gun Crazy» ni de «La matanza del día de San Valentín». La Serie B siempre tiene joyas, escondidas bajo presupuestos diminutos. Deberían aprender muchos de ellas.

    Un saludo desde mi Apartamento Stroszek,

    Rodrigo.

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