Pa negre (Pan negro), de Agustí Villaronga

Muchas personas de las que lean la sinopsis de Pa negre, ambientada en la posguerra española, en la Cataluña profunda, que retrata las dificultades económicas y sociales propias de la situación, probablemente descarten acudir a verla por pensar que se trata de la enésima película sobre los desastres ocasionados por la Guerra Civil, tan manidos ya en el cine español. Craso error, porque se perderán una excelente película de un director que, a pesar de llevar algo más de nueve años en el dique seco, demuestra ser capaz de contar una historia más allá de convencionalismos y tener unas dotes formidables para manejarse detrás de la cámara para plasmar la complejidad tanto de situaciones como de personajes.

Pa negre es un retrato de la pobreza económica y la miseria humana que conformaron una sociedad, la nuestra, más allá de vencedores o vencidos. Una sociedad que un día estuvo casi a la vanguardia política europea para cambiar después, solo unos cuantos años después, casi todos los registros. Una sociedad a la que los muertos le pesaban, todavía hoy pesan, como una losa, y los exilios se convertían en tabla de salvación no solo económica, sino también de la violencia impuesta en el día a día, de la desesperación, del odio, de la frustración, los abusos a los más débiles y hasta la castración de algunos, todas ellas consecuencias de una guerra con las que una generación al completo forjó su identidad y sentó las bases de lo que es hoy la nuestra, de nuestro presente. Es posible, ojalá así sea, que en este tiempo presente logremos, mediante leyes y la indoblegable voluntad de algunos, sacar a la luz todos los horrores físicos de los años más negros del pasado siglo, que se reconozcan víctimas y verdugos con nombres y apellidos, sería lo justo, y que la sociedad logre de una vez pasar página a la Historia. Si una cosa está clara es que para pasar esta página primero será necesario haberla leído, en voz bien alta para que no quede la duda del despistado generacional que no sepa de donde ha venido. Sin embargo, Pa negre no habla de guerra ni de política en sentido estricto, Pa negre habla de las reglas del juego para sobrevivir impuestas entonces a todos, pobres y ricos, envanecidos fascistas o perseguidos de izquierda, policías o ladrones, hombres o mujeres, adultos o niños, en una sociedad mezquina, donde la ocultación, la apariencia y las traiciones a las propias convicciones conformaron un universo de horror que supera, seguramente, el planteamiento ficticio en la mente más elocuente e imaginativa de cualquier guionista. De esa realidad social que forjó, guste o no, nuestra identidad actual, de esa será más difícil pasar la página, a pesar de que la situación económica haya cambiado notablemente y seamos hoy nosotros los que recibimos de buena o mala gana a los emigrados de otras guerras del planeta. La España profunda, esa que no está situada en ningún punto de la geografía pero a la vez está en todos ellos, esa costará algunas generaciones y bastantes años superarla. Por eso, Pa negre es una película necesaria, aunque seguramente moleste a muchos y a otros incomode bastante, en una época donde la negación de cuanto huela a raíces o a memoria se superpone al autoconocimiento de nosotros mismos bajo parapetos modernistas y comerciales.

Si este retrato costumbrista se hace además con el valor añadido de un cine eminentemente poético, a pesar de la dureza de cuanto se narra, un cine que no pierde el recurso de lo simbólico ni los momentos intimistas, un cine cargado de escenas memorables, de tremenda cotidianeidad y ternura que contrastan con la tragedia y la brillantez de otras, como la que abre la película, pues el resultado es que estamos ante una de las mejores producciones del cine español actual, ese que evoca otras obras como El espíritu de la colmena y a un puñado de cineastas empeñados en que esto del cine vaya un poquito más allá del taquillazo inmediato precursor de alguna nominación al Goya del próximo año. Cine a contracorriente, cine para pensar, al que solo el tiempo pone, de vez en cuando, en su merecido sitio.

20 comentarios en “Pa negre (Pan negro), de Agustí Villaronga

  1. Espero verla pronto. Ahora mismo llego del cine. He visto ‘La red social’ y, si te interesa la informática y el Facebook, está bien. Yo que para lo primero soy un negado y no tengo ni tendré el segundo me ha parecido una peli más. Bien interpretada, sobretodo por el chico de ‘Adventureland’, pero la olvidaré pronto. ‘Pa negre’ cae seguro y, después de leerte, todavía más. Un saludo.

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  2. Oí hablar muy bien de ella en el Festival de San Sebastián. Incluso algún crítico la ponía entre las favoritas a la Concha. Tu entrada refuerza la idea de que es una buena película. En cuanto a la Guerra Civil, a mí me gustaría ver alguna película bélica moderna del conflicto. Es decir, hay mucho cine de la Guerra Civil pero sin guerra: el campo de batalla sale poco. Y ya va siendo hora de hacer algo de cine histórico (y de gran presupuesto) al respecto, ¿no?
    Saludos.

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  3. Veo que la película te ha gustado. Pero tienes en tu comentario un principio que no lo merece lo bien que escribes y haces juicio crítico. Me refiero a ese fragmento que dice: «la enésima película sobre los desastres ocasionados por la Guerra Civil, tan manidos ya en el cine español».
    Yo entiendo lo que has querido decir. En todo caso, después se aclara tu pensamiento.
    Pero no deja de caer muy mal ese primer juicio. No han de estar «tan manidos los desastres de la Guerra Civil» que todavía ustedes no pueden enterrar sus muertos a la vera del camino, cada uno en su propia sepultura, honrado y recordado, como se merece cualquier ser humano.
    En Argentina, donde he nacido y estoy, sabemos bastante de estos «desastres tan manidos», con nuestros 30 mil desaparecidos por la última dictadura militar.
    ¿Quieres que te diga algo? Nunca, pero nunca, «están manidos los desastres». Sobre todo «esos» desastres. Siempre es bueno recordarlos una vez más. Hasta dar con el análisis que cicatrice el corazón y el pensamiento.Si es que eso es posible. ¿Se entiende?
    Tu crítica tiene muy buen estilo.
    Un saludo cordial de alguien que te sigue por aquí, en el Sur, bien al Sur.
    Amilcar Moretti
    Argentina
    http://www.moretticulturaeros.com.ar
    http://amilcarmoretti.wordpress.com

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  4. Tengo muchas ganas de verla, que Agustí es un director más que interesante y sale un poco de la norma de lo que suele ofrecer nuestro cine. Desde luego a pesar de ser un tema duro y vergonzoso, se agradece que el enfoque no sea el de siempre.
    Un saludo

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  5. Jordi, creo que «la red social» la aplazaré para cuando salga en DVD. No te pierdas esta, creo que te gustará.

    Licantropunk, hay unas cuantas del último festival de SS que quiero ver. A «Pa negre» le tenía ganas, a la ganadora casi… más. Y es verdad, sobre la guerra no hay nada en el plan que comentas, pero no sé qué daría de sí ese experimento… ya los últimos que pueden contarlo superan los 90.

    Amilcar, agradezco tu crítica de estilo y tomo buena nota. Respecto a la memoria histórica y a hacer justicia (es un tema que apunto yo, la película trata la posguerra desde una perspectiva únicamente social), pues no, en España no se ha hecho, más bien se ha corrido un tupido velo en aras de un presunto entendimiento democrático a costa de tapar auténticas masacres colectivas. Lo que hizo en Chile Garzón, pues no pudo hacerse en España, ya ves. Ahora empieza, timoratamente, a desenterrarse alguna fosa, a poner nombres y apellidos, pero el proceso tropieza con la burocracia y la lentitud administrativa, unas veces propia del sistema y otras puede que algo intencionada, a juzgar por las noticias.

    Crowley, Ibán, pues espero vuestra opinión si la veis. Saludos a todos y gracias por vuestros comentarios.

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  6. Sin duda alguna es uno de los mejores titulos que hay en cartelera, no sé donde leia que si el libro era la mitad de bueno de lo que es la película tiene que ser espectacular . Yo no lo he leido pero me he quedado con muchas ganas , la verdad es que sali bastante impactada de la sala de cine porque me di cuenta de que vi una película con mayúsulas, pronto la comentaré.
    Tu comentario como siempre , excelente!
    un abrazo

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  7. Ya la he visto, BABEL36. Y es de lo mejorcito del año. Buen argumento, buen giro y buenas interpretaciones. Lo único, como ya hemos comentado, es que los niños son demasiado listos. Pueden serlo, es verdad, el hambre, su independencia respecto a los padres… pero no hablarían como si fueran universitarios cum laude. Por cierto, no te pierdas ‘Herois’. Todavía me ha gustado un pelín más que ésta. Saludos.

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  8. Gracias Bargalloneta, ahora toca leer el libro, que apunta a ser bueno.

    Jordi, tienes toda la razón: los diálogos de los niños son poco infantiles, pero a veces la vida hace crecer a las personas antes de tiempo… Aún así, puede que el director les haya otorgado una madurez algo artificial. «Herois»? Esa, aquí en Valencia, no la han estrenado…

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  9. La película está muy bien ambientada en cuanto a vestuario, escenario y personajes. El guión es un insulto a la inteligencia y no tiene nada que ver con la posguerra históricamente (soy historiadora). Puede ser un intento de ver lo peor de los seres humanos, pero entonces se podía haber escogido un escenario más cercano, que hay muchos.

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  10. Babel, es con respecto a aquello de la vez pasada (20 de octubre) del genocidio o las matanzas sin sanciones. Argentina, como tu sabes, tuvo 30 mil desaparecidos hace 30 años. Ellos, todos, todavía están. Pesan mucho. Y eso que Argentina ha sido en el siglo 20 el país, entre los varios que cometieron genocidio, que más rápido comenzó con el reconocimiento y la búsqueda de los asesinos y torturadores. Las Madres de los Desaparecidos, a un año de 1976, cuando comienza la dictadura, salen a la calle, solitas con su pañuelo blanco en la cabeza. Repito, al año: ahí empezó todo. Al año y cuando tenían a todos en contra y los crímenes y violaciones continuaban a pleno. Y aún más, gracias a esa lucha: apenas terminada la dictadura, a siete años de iniciada, en 1984 comienzan los procesos y castigos judiciales. Siete años, nada más. Alemania, juzgó apenas terminada la guerra, pero recién 30 años después empezó a tratarse el asunto pública y colectivamente. Treinta años les llevó a los germanos empezar a elaborar el genocido; a la Argentina entre 1 año y siete años. En cuanto a Grazón, creo que tu memoria equivoca una detalle, sin importancia. El lugar donde actuó como protagonista esencial en un momento no fue Chile, sino Argentina. Empezó a juzgar en España a argentinos torturadores, aunque no pudo repetir lo mismo -sabes,claro, que lo han despedido- en su propio país, aún después de varias décadas de 1936-1939. No es problema de Grazón, es un problema de los españoles.
    Y a propósito Babel, cuéntame qué les pasa a muchos españoles con nuestros gobiernos actuales con esas espantadas acusaciones de populismo (como si fuera peste bubónica, de esa que asoló a Europa en la Edad Media) que se ven en los mayores diarios, a juzgar por El País, ABC y El Mundo. He leído en esos medios cosas vergonzosas, que desacreditan mucho, demasiado, al antiguo reino de este Virreinato. ¡Cuéntame, que espero ansioso!
    Un abrazo grande.
    Amilcar Moretti
    Argentina.

    Babel, grato el reencuentro mailista, esta forma inesperada de la recuperación de la narración epistolar. En el caso que nos vincula, permite la renovación del contacto, esta vez por iniciativa tuya. ¿Tu habitat es España, no? Lo pregunto para estar del todo seguro, porque en el espacio internético nunca se sabe, nunca se está del todo en tierra firme, como quería el italiano Colón cuando vino para aquí. Si en la vida llamada real ya es complicado tal asunto, imaginas claro lo que ha de resultar en esta dimensión web, en especial para lo inmigrantes digitales como yo, que no soy nativo digital.
    Claro, esa incerteza común no me impide reconocer que tu blog, tus escritos, siguen con su calidad intacta. Son claros en lo descriptivo, con precisión profesional. Y apuntes, por supuesto, de sensibilidad en la observación y el juicio. Me queda, sí, lo de la identidad Babel, Babel. ¿Es Babel por la antigua y equívoca leyenda de la aglomeración de ambiciosos egoístas que querían llegar bien alto y como no se entendían, no arribaron a su sueño? ¿O es Babel porque resume una insuperable conjunción y combinatoria de lenguajes diferentes, y hasta opuestos, que en tanto tienen como meta lo más alto van construyendo el edificio propio del humano? Me gusta más esto último. Pero, vaya, Babel y detrás una identidad oculta, o semi, anónima tal vez, «seudónima» seguro, al menos para mí desde Argentina, debes entenderlo, no ofrece todas las garantías. Aunque, claro, ¿quién o qué ofrece absolutas garantías?

    Y ahora, «Boarding Gate» y «Sólo un sueño» (o como se haya titulado por ahí, en tu lugar). Te cuento: después de muchos años de escritura en el diario El Día, de la Argentina, hace dos o tres que decidí dedicarme a las películas que proyectan por la televisión. Lo hago en dicho diario los miércoles y los domingos. Selecciono: por lo general, entre lo novedoso, lo mejor, o lo más destacable, por algún motivo, muchas veces motivo no estrictamente cinematográfico. Si fuera una elección sobre lo «específico fílmico» (pienso en la estética de Galvano della Volpe, ¿recuerdas?), terminaría todos los días con la recomendación de «El ciudadano» y «Vértigo», que reponen a cada rato. Me doy cuenta que terminarían por decirme, «Vaya, ya lo has recomendado todo eso».
    Hecha la aclaración, agrego que descarto las películas que el público no necesita que yo las «recomiende» dado que las ve solito, con el único e irremediable impulso de la publicidad oligopólica de las grandes distribuidoras. Entonces, sugiero ver, si es posible entre novedades y calidades, lo que se proyecta sin publicidad o bien aquello que la ha tenido y se la ha merecido.
    Y ahora sí, «Boarding Gate». La recomendé en función de una pedagogía sobre Olivier Assayas, que con mejores o peores películas, siempre es un realizador de interés, refinado, cuidadoso. Y con puntos de profundidad. Además de lo que tú mencionas, con acierto claro, yo elegí centrarme (en función del espacio que tenía en el diario) sobre la figura de los dos actores en protagónicos: Argento y Madsen, de los cuales el público no tiene demasiada idea. Yo digo que son son actores para coleccionistas. Después de lo que escribí acá en el blog, que había sido publicado antes en el El Día, escribí al domingo siguiente ideas sobre Argento y Madsen, pero no lo reiteré aquí. Si tienes tiempo y ganas, date una vuelta por la edición del domingo siguiente a la reseña de este blog (www.eldia.com.ar).
    «Sólo un sueño» en cambio, sí, es cierto, se entiende la idea de Mendes, pero no termina de convencer. Por supuesto, en la reseña en el diario no puedo salir a «recomendarla» y al mismo tiempo decirle al lector: «Mire, véala. Pero tiene defectos y a mí no me convenció». ¿Qué hago, entonces? No invento ni miento. Me centro en lo que el filme tiene de interés, de valor, de acierto, no novedad, en el buen apunte, la exacta observación, la escena o secuencia logradas. Debes tener en cuenta que son películas que recomiendo aunque algunas no sean de mi gusto personal. Si fuera por ello, recomendaría pocas películas. Diferente sería si hiciese un estudio e investigación con juicio preciso.
    En cuanto a DiCaprio, allí discrepo contigo. Pienso que es una máscara que logrado escapar a la trampa de la belleza hollywoodense y encontrar una máscara que le ha venido con la edad y, seguro, la experiencia. Ha logrado ser un buen actor, sobre todo de la mano de Scorsese. Y de otros. Recuerdo esa de Spielberg en la que hace de estafador y habla con su padre en la ficción, el enorme Christopher Walken, en baja y refugiado en un puesto de cartero. DiCaprio quiere alentarlo con sus «éxitos» pero el padre lo desarma con la máscara del desgaste de vida que porta Walken. Ahí me dije: «Moretti, este niño es un muy buen actor». Su gesto de angustia y vacío y desconcierto por no poder colmar a su padre. Inexpresable sentimiento de no poder nunca estar a la altura de tu viejo. «¡Puta madre, me dije, este no es ningún gilipollas!» En fin, que creo que DiCaprio ha llegado a ser un buen actor, y quizás llegue a ser un muy actor. Tiene lo esencial, peso físico en la pantalla. Volumen corporal dramático. Figura en tres dimensiones. Su cara, su máscara, ahora no sólo linda sino entre bella (de una belleza varonil andrógina, antes) y cada vez más angustiada, o endurecida, me dice muchas cosas desde el drama, y cuando digo drama digo tensión y conflicto de vida.

    Y una última, Babel. Es con respecto a aquello de la vez pasada del genocidio o las matanzas sin sanciones. Argentina, como tu sabes, tuvo 30 mil desaparecidos hace 30 años. Ellos, todos, todavía están. Pesan mucho. Y eso que Argentina ha sido en el siglo 20 el país, entre los varios que cometieron genocidio, que más rápido comenzó con el reconocimiento y la búsqueda de los asesinos y torturadores. Las Madres de los Desaparecidos, a un año de 1976, cuando comienza la dictadura, salen a la calle, solitas con su pañuelo blanco en la cabeza. Repito, al año: ahí empezó todo. Al año y cuando tenían a todos en contra y los crímenes y violaciones continuaban a pleno. Y aún más, gracias a esa lucha: apenas terminada la dictadura, a siete años de iniciada, en 1984 comienzan los procesos y castigos judiciales. Siete años, nada más. Alemania, juzgó apenas terminada la guerra, pero recién 30 años después empezó a tratarse el asunto pública y colectivamente. Treinta años les llevó a los germanos empezar a elaborar el genocido; a la Argentina entre 1 año y siete años. En cuanto a Grazón, creo que tu memoria equivoca una detalle, sin importancia. El lugar donde actuó como protagonista esencial en un momento no fue Chile, sino Argentina. Empezó a juzgar en España a argentinos torturadores, aunque no pudo repetir lo mismo -sabes,claro, que lo han despedido- en su propio país, aún después de varias décadas de 1936-1939. No es problema de Grazón, es un problema de los españoles.
    Y a propósito Babel, cuéntame qué les pasa a muchos españoles con nuestros gobiernos actuales con esas espantadas acusaciones de populismo (como si fuera peste bubónica, de esa que asoló a Europa en la Edad Media) que se ven en los mayores diarios, a juzgar por El País, ABC y El Mundo. He leído en esos medios cosas vergonzosas, que desacreditan mucho, demasiado, al antiguo reino de este Virreinato. ¡Cuéntame, que espero ansioso!
    Un abrazo grande.
    Amilcar Moretti

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  11. Amilcar, no sabía que escribes esa columna, prometo leerte en ese enlace que facilitas. En España el caso, como ya te comenté, es muy diferente a Argentina o Chile, pues aquí no se han depurado responsabilidades nunca. Lo de nombrar Chile en relación a Garzón es porque es lo más reciente en el tiempo.
    En cuanto a tu pregunta sobre mi ubicación, sí, vivo actualmente en España. Lo del nombre del blog va por lo segundo que apuntas, pero que sepas que simplemente soy una aficionada al cine y que profesionalmente ni me dedico a ello ni a la escritura, aunque prefiero conservar el anonimato por razones de ámbito profesional que no vienen al caso y porque una es así, discretita y desapercibida a ser posible.

    Muy agradecida por tenerte como lector y por tu tiempo… aunque no me has convencido sobre DiCaprio.

    Saludos!

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  12. Bueno,Babel,¡ahora me vienes con esas! ¡Ah, no! ¡Te has merecido más tiempo y atención míos! Por lo cual, esta he de contestártela con un post en mi blog. Comienza entonces, ambigua y equívoca Babel,tu personal remake de «Horas desesperadas» (la de Humphrey Bogart y Fredric March, y no la que después hizo Mickey Rourke). Todo ha de ser incertidumbre y temor a partir de ahora.¡Ya verás! Nos encontraremos allí, y pondremos las cartas sobre la mesa, o la pantalla del monitor, si te animas.¡Y para colmo hoy todos parecen unidos en contra mío en su indisposición para con Leo!
    Amilcar Moretti
    Argentina, bien al Sur.
    http://amilcarmoreti.wordpress.com
    (abierto también a curiosos)
    http://www.moretticulturaeros.com.ar
    (hoy no estaré por allí)

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  13. A mi, según la iba viendo, me traía recuerdos de «La Cinta Blanca» de Michael Haneke. No sé si el ambiente rural, la ruina moral, el ambiente cutre, el dejar en los niños el hilo conductor del protagonismo de la trama, la huida como única via de salida. No lo sé exactamente, son dos pelis con estilos y lenguajes distintos, pero no puedo dejar de asociarlas. Por supuesto dos pequeñas joyas de pelis.

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  14. Tale, bienvenido al blog. Sí es verdad que tiene esos puntos de conexión, pero en mi opinión solo son eso, porque en el lenguaje narrativo como que no lo veo. Pero oye, coincido en que ambas son dos grandes películas. Espero solo que Villaronga no se dilate tanto en volver a ofrecernos otra película, que para esta han sido casi 9 años!

    Saludos 😉

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  15. Ayer la ví y caí rendido. Me encantó y no ya por el escenario , si no por esa visión desde los ojos de un niño con ese toque de fábula y fantasía , y por lo bien que está integrada la trama en el contexto social de la época.

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  16. […] texto es parte del post que dedicaba hace ahora un año este blog al estreno comercial de Pa Negre, de Agustí Villaronga. Felicidades a todo el equipo de la película por la mención, […]

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