La zona de Tarkovsky

 

El documental, dirigido por Salomón Shang, nos acerca a la figura de un Tarkovsky obsesionado por comprender el mundo a través de su cámara en obras palgadas de metáforas sobre la naturaleza y sus elementos, con muchas referencias a su pefil psicológico y a su particular visión del mundo. Para ello utiliza como medio la entrevista a distintas personas que trabajaron en el rodaje de «Solaris»(1972) y un variado elenco de imágenes de archivo y fragmentos de películas, dando como resultado un film a caballo entre el homenaje y la aproximación a grandes rasgos a la personalidad de este maestro del cine moderno.

Se nota que Shang se esfuerza en transmitir al espectador la profundidad filosófica a la que parece sucumbir el cine de Tarkovsky, mostrándonos un hombre empeñado en dejar patente en cada fotograma su particular visión del mundo, cuyas películas son el resultado de un conjunto de elencos y vivencias personales que desembocan en una obra tan profunda y compleja que, como lógica consecuencia, su análisis requeriría de cierto esfuerzo intelectual al alcance de mentes cultivadas. Afortunadamente, no lo logra (y digo afortunadamente porque la visión es tan oscura como temeraria). La película «Solaris», más allá de que haya sido tildada como el equivalente ruso de «2001: una odisea en el espacio», su parte de ciencia ficción no puede ser entendida en términos de efectos visuales que mecánicamente desembocan en aspectos filosófico-intelectuales abruptos y complejos. El ritmo, la atmósfera, los diálogos, las pausas, las sensaciones que produce su claustrofóbico mundo son ingredientes importantes que logran su inusual belleza y su gran poder expresivo. Detenerse en ellos hubiese sido un buen ejercicio para poner de manifiesto no sólo los rasgos distintivos de su estética, sino también los de su ética. Porque no se trata de descubrir que hay debajo de pretendidos mensajes cifrados, más bien de contemplar, igual que contemplamos un paisaje o leemos un poema, de hacerse cómplice de su lenguaje dejando que fluya la imaginación y las sensaciones que transmite, que no son pocas, y que conforman el propio disfrute de su cine. Nadie mejor que Tarkovsky para expresarlo, tal como lo hace en su libro «Esculpir en el tiempo», en el que reflexiona sobre su concepto del cine:
«Tender hacia la sencillez supone tender a la profundidad de la vida representada. Pero encontrar el camino más breve entre lo que se quiere decir y lo realmente representado en la imagen finita es una de las metas más arduas en un proceso de creación.»

Por otra parte, tratando de hacer patente la complejidad tarkovskiana, el documental resulta ser bastante aséptico (contradictorio, pero es el mal de los eruditos), ya que la utilización de las entrevistas al fotógrafo, la actriz o el director artístico de «Solaris» están trabajadas muchas veces desde el terreno del recuerdo de la vaga anécdota, dando como resultado un producto que en ocasiones se parece más a un «cómo se rodó» que a un intento de profundización en el cine del director. El retrato del perfil personal, psicológico y artístico, si bien está suficientemente documentado, no deja de ser un mero análisis biográfico pseudocrítico, en un intento de trazar a grandes rasgos algo parecido a un croquis de la visión que tenía de la vida y el cine Tarkovsky. Y, por otro lado, la intención de abordar la obra y la figura del ruso al margen de su compromiso social desfigura necesariamente la misma esencia del espíritu de su cine: Tarkovsky no sólo es la plasmación de la naturaleza y sus elementos, su arte, su filosofía, o un curioso perfil psicológico,… también es compromiso sobre la sociedad en la que le tocó vivir, posicionamiento sobre la guerra y la violencia (la infancia de Ivan, Andrei Rubliov, El Espejo, Sacrificio..), sobre la fé (Nostalgia, sacrificio..), y sobre su insobornable discurso, que nunca se plegó ni a la maquinaria del cine oficialista soviético ni a las ofertas del otro lado del gran charco, tanto en el aspecto temático como en los meros requerimientos formales o técnicos.

5 comentarios en “La zona de Tarkovsky

  1. Con respecto a lo de frontiere(s)… es interesante lo que planteas. Pero sin duda, lo peligroso es tomarse esta película en serio como arma arrojadiza, como cine político (aunque yo crea que esto es más cine político que lo que hace Ken Loach).

    Y en cuanto a Tarkovski… Soy un completo neófito. ¿me podrías recomendar una por la que empezar?

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  2. Tarkovsky un genio natural, un iluminado que tal como comentas con sencilles logra grandes obras maestras…!!!
    Igual vere el documental si tengo la oprotunidad… saludos…!!!

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  3. Yo si lo había oído pero nunca conseguido, quién lo pillara!dónde se compra? dónde lo ponen? Me declaro completa fan de Tarkovski hasta el punto de que mi concepto del cine y sobre todo de narrativa cambió cuando le conocí . El nombre estámuy bien puesto, la zona simboliza de alguna manera su cine: muy profundo pero sin quererlo directamente, sin porponérselo. él mismo lo cuenta en «Esculpir en el tiempo» (disfruté más leyendo ese libro que cualquier novela). Es decir, un verdadero cineasta, poeta y filósofo. Además, «Stalker» es una de mis pelis favoritas suya y de todas. saludos

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  4. Bret, para mi gusto y de las que he visto, la que más me impresionó es «Andrei Rublev», la vida de un famoso iconista ruso del siglo XV. Es bastante larga, pero hace un retrato muy minucioso de la vida social y artística de Rusia en esa época, que es prácticamente desconocida aquí. Del 69, muy poética y cuidada, tiene una larga lista de premios. Otra que también me gustó mucho es «La infancia de Iván». «Solaris» menos.. pero eso va a gustos, claro está.

    Lapor, este documental se estrenó en cines en España el 14 de marzo. En Valencia lo pasaban sólo en una sala y ya lo han quitado. A lo mejor tienes suerte y aún lo pasan en Madrid..
    Besos!!

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