Adoration, de Atom Egoyan (2008)

Entretenerse con el cine de Atom Egoyan es como jugar con muñecas rusas: sus historias permanecen envueltas una dentro de otra y al hilo de un tema principal que continúa encerrado en la última escala del juego, tenemos que recomponer todas las piezas como si de un puzle entre comedia pesimista  e  inquietante drama se tratase. No es esta su mejor película, ni tampoco la más ambiciosa, de hecho en Adoration los campos abarcados en el tiempo, en los temas y en sus personajes son sustancialmente más reducidos que en films como Ararat, Exótica, El dulce porvenir, El viaje de Felicia o una de mis preferidas, El Liquidador (The Adjuster). Sin embargo conserva esa característica perversa de su cine que es el coqueteo a la hora de jugar con temáticas muy actuales y manejar sus personajes como sólo él sabe hacerlo.

Adoration está inspirada en una noticia publicada en 1986,  cuando un terrorista jordano embarcó  en un avión a su novia irlandesa embarazada con una bomba oculta en el equipaje de mano, con tal suerte que el artefacto no llegó a explotar y fue hallado al registrar a la chica a su llegada a Tel Aviv . El protagonista, Simón, se identifica con el niño todavía no nacido que viaja en el vientre de su madre para presentar un ensayo en el aula de francés del instituto al que asiste. Su implicación es tan grande y lo hace con tal verosimilitud que se les escapa de las manos, tanto al alumno como a la profesora, y el texto se filtra en internet como si fuese cierto, provocando una avalancha de respuestas desde ópticas muy diversas. El punto de partida es cómo se siente un niño al crecer con el conocimiento de que su padre quería matarle. Pero la identificación de Simón con ese niño no es el único tema. La película explora hasta qué punto la red es capaz de invadir nuestra privacidad y nuestra vida cotidiana. La relación de los individuos con los medios de comunicación ha cambiado radicalmente en los últimos años, ya que cualquier persona con una línea y un ordenador tiene la capacidad no sólo de acceder a multitud de información sino de comunicarse para ofertar su punto de vista e incidir en el de otros, a pesar de que el chat en grupo no esté todavía (como se da en la película) al orden del día y para ello aún tengan que pasar unos años. Adoration es también una historia sobre la edad y la búsqueda de la verdad. Simón perdió a sus padres en un accidente y vive a cargo de su tío. Se enfrenta, además, a algunas revelaciones hechas por su abuelo en el lecho de muerte que todavía no comprende. El juego entre esa verdad y lo posible, entre la ficción y la simple imaginación son las armas de Egoyan para explorar el mundo interno del personaje. Todas estas piezas convierten a Adoration en un film complejo que aborda la temática de la comunicación en el mundo actual, las caras que adoptan las limitaciones a la libertad académica en la enseñanza moderna, las múltiples posturas ante una realidad de primer orden como es el terrorismo suicida y los entresijos de una familia sumida en la tarea de resolver sus mitos y misterios, al menos en parte. Recuerdos reales, otros imaginarios, se mezclan para hallar su punto de inflexión y ofrecer un final a mi modo de ver fascinante, a pesar de no abordar los temas con la resolución estética de muchos de sus anteriores films y de tratar algunos asuntos de soslayo sin detenerse demasiado en ellos. Pero no deja de ser interesante tanto por lo que aborda como por cómo lo hace, sin maniqueísmo y dejando absoluta libertad al espectador de tomar aquello que le interese. Si ese espectador está dispuesto a hacer el esfuerzo que no se exige en los estrenos de multisala, merece la pena adentrarse un poco en la genial locura que Egoyan propone con la película,  pues mientras resuelve el enigma de Simón, deja abiertas muchas preguntas que estimulan el debate y el pensamiento.

4 comentarios en “Adoration, de Atom Egoyan (2008)

  1. Dices que «El ajustador» es una de tus preferidas. Pues esa ni me suena, habrá que tener en cuenta tu recomendación. Me gusta mucho lo que he visto de este director, quizás «Exótica» algo menos.
    Saludos.

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  2. Licantropunk, el título original es «The Adjuster» y en España se tradujo como «El liquidador», me acabo de dar cuenta del error en el post, ya está rectificado. Está más en la línea de Exótica que en la de Ararat, es una película compleja con personajes extraños que aparentemente nada tienen que ver pero van confluyendo en una guión misterioso, poco predecible y con un componente entre hipnótico y morboso importante. Una parte de la crítica la compara cine de Lynch, pero yo no lo veo. Creo que no se ha editado aquí, pero circula por internet con subtítulos.

    Saludos a todos 😉

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